Punta Cana. Las berenjenas a la parmesana es un plato típico de Italia meridional. Este es parecido a una lasaña, pero está elaborado a base de berenjenas, con queso rallado, salsa de tomate, hojas de albahaca, entre otros ingredientes.
Hoy qué estás en familia, te diremos cómo puedes preparar este rico y nutritivo plato desde la comodidad de tu hogar.
¿Cómo prepararlo según Cocina Divina?
Ingredientes.
3 berenjenas medianas con la piel limpia y firme
1 tazón de salsa de tomate casera, preparada con un buen sofrito.
100 g de queso parmesano rallado en polvo
100 g de mozzarella (yo la he puesto rallada gruesa pero mejor si la pones en rodajas)
Sal y pimienta
1 huevo y un chorrito de leche
Aceite de oliva virgen extra
Una hojas de albahaca fresca (opcional)
Preparación.
Precalentamos el horno a 180º.
Cortamos las berenjenas limpias pero sin pelar en rodajas como de medio centímetro y a lo largo (mira las fotos). Las dejamos en un colador espolvoreadas con sal durante 20 min para que suelten líquido y no amarguen. Después se secan con papel de cocina.
Asamos las rodajas de berenjena en una sartén con un poco de aceite de oliva por los dos lados hasta que se cuezan y estén ligeramente doradas. Las vamos colocando sobre papel absorbente.
En una fuente de horno ponemos un fondo de salsa de tomate, encima colocamos ordenadamente una capa de rebanadas de berenjena y cubrimos con parmesano rallado y luego con la mozzarella. Podemos añadir en este momento unas hojas de albahaca. Seguimos con berenjena, tomate, queso y terminamos con berenjena.
Batimos un huevo con un chorrito de leche y mezclamos con lo que nos quede de queso rallado. Con esta mezcla cubrimos la última capa de berenjena. Si quieres puedes poner también un poco más de tomate por encima.
Metemos al horno, con calor por arriba y abajo, hasta que veamos que la superficie ha dorado y el queso se ha derretido por igual. Serán necesarios unos 15-20 min. Servimos caliente.
Según explica Divina Cocina hay muchas variantes de la receta. En algunas se fríe la berenjena en lugar de asarla, pero muchos prefieren hacerla de esta forma porque es más ligera. Puedes eliminar el huevo y gratinar solo con queso, pero aporta mucha textura el hecho de que la capa superior quede crujiente.