Verón. A pesar de que cuando se creó el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) se realizaron varios operativos y charlas sobre la concientización del uso del casco protector, estas acciones se detuvieron y con ello volvió la mala práctica recurrente.
Motoristas consultados por este medio alegaron las más variadas excusas para justificar el no usar el casco protector. Algunos señalan que les hace doler la cabeza, otros que le da calor, y hay quienes refieren que lo dejaron olvidado en su casa.
La Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana establece en su artículo 157 el uso de casco protector en motociclistas y ciclistas. Señala que “los ciclistas, los conductores de motocicletas y sus pasajeros deberán estar provistos de casco protector homologado, según las normas dictadas por el Intrant al efecto”.
Dicha ley también sanciona con una multa equivalente de uno a tres salarios mínimos del que impere en el sector público centralizado y los puntos en la licencia de conducir que determine el reglamento correspondiente, a quienes transiten sin estar provistos de cascos protectores homologados.
Cabe destacar que se considera que un casco está homologado, cuando el fabricante lo ha sometido a una serie de procesos y ensayos encaminados a verificar que cumple con todas las prestaciones de seguridad básicas necesarias.
La realidad es que en Verón-Punta Cana las calles se observan repletas de motoristas sin este artefacto que pudiera salvar sus vidas en medio de un accidente.
Cabe resaltar que según estadísticas de las autoridades dominicanas un promedio de 1,211 personas muere cada año por accidentes de tránsito en motocicletas, en muchas de las ocasiones no contaban con el casco protector.
