Londres. Kate Middleton ha sido una de las grandes protagonistas de la ceremonia de coronación de Carlos III este sábado 6 de mayo. La princesa de Gales ha brillado a su llegada a la abadía de Westminster con un espectacular vestido de seda color marfil de Alexander McQueen, aunque lo que realmente ha llamado la atención de su look es el guiño en homenaje a su difunta suegra, Diana de Gales.
Para una ocasión tan importante, la esposa del príncipe Guillermo ha querido reivindicar la figura de su predecesora con una joya que heredó directamente de ella. En concreto, Kate ha lucido unos pendientes de perlas y diamantes que pertenecieron a Lady Di.
Los aretes fueron regalados por la firma Collingwood a Diana antes de su boda con el entonces príncipe Carlos en 1981. Están conformados por un botón de diamante del que cuelga un diamante redondo y una campana engastada con tres filas más de pequeños diamantes, de la cual cuelga una gran perla en forma de lágrima.
Estos pendientes se convirtieron en unos de los favoritos de la princesa Diana, que los lució en muchas de sus giras reales, así como en una cena de gala en la embajada británica en Estados Unidos durante su visita al país americano en 1985. Para aquella ocasión, la princesa de Gales los lució con un vestido blanco de encaje y su tiara favorita, la Lover’s Knot.
El homenaje de Kate a Isabel II
El de Diana no ha sido el único homenaje póstumo que Kate ha querido realizar en la coronación de su suegro. La figura de la difunta reina Isabel II también ha estado presente en su atuendo para la ceremonia. Y es que la princesa de Gales ha llevado el collar de festón que el rey Jorge VI encargó para su hija, la entonces princesa Isabel.
El vestido crepé de seda escogido por la futura reina consorte para esta ocasión presenta una flores bordadas en plata que representan a las cuatro naciones que conforman el Reino Unido: rosa inglesa, cardo escocés, narciso galés y trébol irlandés. La princesa ha rematado el look con un tocado Jess Collett x Alexander McQueen a juego con el bordado del vestido, optando por esta opción en lugar de llevar una de las históricas tiaras de la Corona británica.
La elección de la firma británica Alexander McQueen para este importante día no es sorprendente en el caso de Kate, ya que se trata de una de sus marcas favoritas y ya contó con la directora creativa de la compañía, Sarah Burton, para diseñar su vestido de novia en su boda con el príncipe Guillermo el 29 de abril de 2011.