El adolescente Ethan Crumbley fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional por el tiroteo en la escuela secundaria Oxford de Michigan en 2021, en el que mató a tiros a cuatro compañeros e hirió a otros seis y a una maestra.
Ethan Crumbley pasó a ser el primer menor en recibir una condena inicial de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, luego de un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos de 2012 que dictaminó que sentenciar a un menor es excesivo para todos, excepto para unos pocos delincuentes.
Crumbley, ahora de 17 años, tenía 15 cuando el 30 de noviembre de 2021 abrió fuego en la escuela. El año pasado se declaró culpable de un cargo de terrorismo, cuatro cargos de asesinato y otros 19 relacionados con el ataque mortal.
Desestimando los argumentos de última hora de la defensa acerca de que la vida de Crumbley se puede salvar, el juez de la Corte de Circuito del Condado de Oakland, Kwamé Rowe, señaló que el “acusado dijo en sus propias palabras” al tribunal que “esto no es culpa de nadie más que de él mismo”.
Antes de que se dictara la sentencia, Crumbley le dijo al juez: “Soy una persona realmente mala. He hecho cosas terribles que nadie debería hacer jamás”. Cualquiera que sea la sentencia dictada, añadió, «planeo ser mejor».
La sentencia concluyó una audiencia emotiva que se extendió por horas y comenzó con la declaración de la madre de una de las víctimas mortales del tiroteo, Madisyn Baldwin, estudiante de último año de secundaria que no llegó a graduarse.
Nicole Beausoleil describió con calma haber visto el cuerpo sin vida de su hija en una habitación, sobre una fría camilla, con las uñas azules y el pelo manchado de sangre.