El papa Francisco utilizó su tradicional mensaje de Navidad «urbi et orbi» para exhortar a silenciar las armas y superar las divisiones en un mundo profundamente afectado por los conflictos. Frente a miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro y millones de espectadores alrededor del mundo, el pontífice argentino hizo un recorrido por los principales focos de tensión global, con especial énfasis en la situación en Gaza y Ucrania.
«Invito a todas las personas a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones», declaró el papa, mientras pedía soluciones inmediatas y justas para zonas como Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua. Además, renovó su llamado al cese de hostilidades en Ucrania y al inicio de negociaciones para una paz duradera, tras el impacto de nuevos ataques rusos sobre la infraestructura del país.
En Belén, ciudad donde nació Jesús y epicentro del cristianismo, las celebraciones de este año fueron más sobrias debido al conflicto en Gaza, que ha impactado directamente la región. Sin árbol de Navidad ni decoraciones elaboradas, los residentes optaron por luces simples en señal de solidaridad con quienes sufren la violencia.
«Este año limitamos nuestra alegría», expresó Antón Salman, alcalde de Belén, mientras el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, instaba a no perder la esperanza tras visitar Gaza y ser testigo de la devastación.
En otras partes del mundo, la Navidad también estuvo marcada por desafíos. En Alemania, el recuerdo de un reciente atropello múltiple en un mercado navideño llevó al presidente Frank-Walter Steinmeier a lanzar un llamado a la unidad nacional.
En Argentina, una cena solidaria frente al Congreso Nacional reunió a unas tres mil personas sin hogar en medio de una crisis social que afecta a más del 50 % de la población.
A pesar de la adversidad, los gestos de solidaridad y esperanza brillaron en diversos países. En Estados Unidos, la tradición anual de seguir la travesía de Papá Noel se mantuvo viva, mientras en Francia, los fieles acudieron por primera vez desde 2019 a la misa navideña en Notre Dame, tras el devastador incendio.
El mensaje del papa Francisco, junto con los pequeños actos de unión y generosidad observados en todo el mundo, recordaron que, incluso en tiempos de conflictos y dificultades, la Navidad sigue siendo una celebración de esperanza, paz y humanidad.
Fuente: Agencia AFP