AFP; Los nueve miembros del Consejo Presidencial de Transición de Haití, encargados de restaurar el orden en un país sacudido por la violencia pandillera, asumieron este jueves la jefatura del Estado durante una ceremonia celebrada tras la dimisión del controvertido primer ministro Ariel Henry.
«Señora y señores, miembros del Consejo de Transición, la ceremonia de esta mañana os confiere oficialmente las riendas del destino de la nación y de su pueblo», declaró Michel Patrick Boisvert, designado primer ministro interino a la espera de la formación de un nuevo gobierno.
El nombramiento de otro primer ministro será precisamente una de las primeras tareas del Consejo, compuesto por ocho hombres y una mujer que representan a los principales partidos políticos, a la sociedad civil y al sector privado.
Henry, que había anunciado el 11 de marzo que dimitiría una vez instaladas las nuevas autoridades, oficializó su marcha en una carta.
«Agradezco al pueblo haitiano la oportunidad de servir a nuestro país con integridad, sabiduría y honor. Haití renacerá», escribió en la misiva.
El Consejo, formado tras semanas de duras negociaciones políticas, deberá liderar el país hasta sus primeras elecciones generales desde 2016 y ceder el poder a un gobierno electo de aquí a febrero de 2026.
Sus nueve miembros juraron su cargo por la mañana en el Palacio Nacional haitiano y fueron investidos a continuación en la oficina del primer ministro, conocida como Villa d’Accueil, en Puerto Príncipe.
El país caribeño ha sufrido una explosión de violencia desde finales de febrero, cuando poderosas pandillas lanzaron ataques contra comisarías, prisiones, sedes oficiales y el aeropuerto de Puerto Príncipe, en un pulso contra el controvertido Henry.
Esas bandas, que controlan más del 80% de la capital, cometen numerosos abusos como asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.
Varios de sus miembros dispararon ráfagas de armas automáticas este jueves en el centro de Puerto Príncipe, coincidiendo con la investidura, según habitantes entrevistados por la AFP.
La amenaza de las pandillas llevó a las autoridades a desplegar numerosos policías y soldados en la oficina del primer ministro y en sus alrededores para garantizar la seguridad del acto político.
A la ceremonia participaron un centenar de personas, incluidos varios miembros del gobierno saliente, del cuerpo diplomático, líderes políticos y la representante del secretario general de la ONU para Haití, María Isabel Salvador.
– Población «secuestrada» –
Estados Unidos celebró la investidura del Consejo, una etapa muy esperada por la comunidad internacional.
Es «un paso crucial hacia unas elecciones libres y justas», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, quien precisó que su país había entregado un primer envío de equipamiento no letal a la policía haitiana.
«Pedimos a las nuevas autoridades y a todas las partes interesadas que agilicen la plena aplicación de las disposiciones transitorias de gobernanza», declaró por su parte Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
Henry, líder no electo del país desde el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, aceptó en marzo ser sustituido por el cuerpo de transición, formado por siete miembros con derecho a voto y dos observadores sin voto.
Durante la investidura, Régine Abraham, observadora en el Consejo, subrayó la necesidad de restablecer la seguridad pública, de llevar a cabo «elecciones generales democráticas, creíbles y participativas» y de restaurar «los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas».
En su discurso señaló asimismo la mala situación de Puerto Príncipe, donde la población «está literalmente secuestrada» por las pandillas.
Según Naciones Unidas, unos 360.000 haitianos son desplazados internos en un país de unos 11,6 millones de habitantes.
Los actos violentos han obligado a 95.000 personas a huir de la capital y ha sumido a cinco millones en una «hambruna aguda», de acuerdo con expertos de la ONU.
La organización internacional apoya el despliegue de una misión en Haití liderada por policías kenianos para ayudar a restablecer la seguridad.
Ahora falta por ver si el Consejo será capaz de alcanzar un consenso sobre el nombramiento de un primer ministro y de ceder el poder en el plazo estipulado.
También se desconoce cómo responderán las pandillas ante su investidura, después de manifestar su descontento por haber sido excluidas de las conversaciones sobre la transición.