Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, recopilaron información sobre cómo los saltamontes producen y utilizan para recubrirse unas pequeñas partículas misteriosas que servirán para la próxima generación de dispositivos de invisibilidad.
Estas enigmáticas partículas son los brocosomas. Las estructuras ultradiminutas, invisibles a simple vista, son secretadas por los saltahojas, un grupo de insectos perteneciente a la familia Cicadellidae.
Fueron descubiertos y descritos por primera vez por el entomólogo canadiense William R. Richards en la década de 1950 mediante el uso de microscopía electrónica.
Algunos estudios dicen que los brocosomas podrían contribuir a la forma en que la luz se refleja en el cuerpo del insecto, ayudando a camuflarse o a enviar señales visuales a otros miembros de su especie.
De ahí que hayan llamado la atención de los investigadores en ciencia de materiales, sobre todo los interesados en estructuras a nanoescala, para posibles aplicaciones en tecnología.
Tomando como inspiración a los saltamontes, los expertos han ideado un método para la próxima generación de dispositivos de invisibilidad.
Se está implantando una réplica exacta de la intrincada forma de estas partículas han podido desentrañado el misterio de cómo absorben la luz, tanto visible como ultravioleta estos brocosomas.
Esto podría permitir el desarrollo de materiales ópticos bioinspirados con posibles aplicaciones que van desde dispositivos de camuflaje invisibles hasta recubrimientos.
Fuente: Muy Interesante