Moscú/Kiev, (EFE).- Tras clamar victoria en Mariúpol, en el sur de la región de Donetsk, Rusia prosiguió hoy su ofensiva para hacerse con el control de la totalidad de la región Lugansk, en el este Ucrania, donde avanza palmo a palmo pese a la encarnizada resistencia ucraniana.
«El duro sino de la región de Lugansk es no dar a los rusos seguir avanzando», escribió en Telegram el jefe de la administración regional ucraniana, Serguéi Gaidái, quien informó que se libra combates en las afueras de Severodoneks.
SEVERODONETSK BLANCO DE LOS ATAQUES RUSOS
Añadió que esa ciudad esta siendo destruida por las fuerzas rusas de la misma manera que lo fue Mariúpol, donde este viernes se rindieron tras varias semanas de asedio los últimos combatientes ucranianos atrincherados en la acería Azovstal.
Severodonetsk es una las pocas localidades de la región de Lugansk que permanecen bajo el control de las tropas ucranianas.
«Para este momento cerca del 10 % de la región de Lugansk se encuentra bajo en control de Ucrania. No se puede decir dónde la situación es más complicada, porque todo el territorio de la región está bajo fuego. Todo, sin excepción», declaró Gaidái.
El foco de las acciones de combate se encuentra en el norte de la región de Lugansk, en la línea entre las ciudades de Séverdonetsk y Lisihansk, que según los expertos militares es la puerta para acceder al norte de la región de Donetsk.
En caso de que las tropas rusas rompieran las defensa ucranianas en ese sector podrían intentar cercar a la importante agrupación militar que Ucrania mantiene en Kramatorsk, su principal bastión en la vecina región.
Sin embargo, Gaidai desestimó las declaraciones que hizo este viernes el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, acerca de que la «liberación de república popular de Lugansk concluirá próximamente», y aseguró que Rusia teme una contraofensiva ucraniana una vez que el Ejército de Ucrania reciba la cantidad suficiente de armamento occidental.