Juan Bautista Guerrero
FRIUSA, BÁVARO. una comunidad con una historia rica y variada, se destaca por su proximidad a los principales hoteles de Bávaro, Punta Cana y Uvero Alto. Desde los primeros años de los noventa, ha sido hogar de miles de obreros de la construcción, seguidos de trabajadores hoteleros, desarrolladores y comerciantes.
La comunidad debe su nombre a la empresa española «FRIUSA», fundada por el empresario Miguel Nicolaus, dedicada a la instalación de equipos hoteleros. FRIUSA se estableció en 1993 como un centro comercial, oficinas y apartamentos, frente a la entrada del hoy conocido barrio «Hoyo de Friusa».
En el centro de este sector, la empresa operó un taller industrial, y de ahí surgió el nombre del popular barrio.
Considerada una de las comunidades más dinámicas y polémicas del país, Friusa ha captado la atención de medios y residentes por igual. Un equipo de El Tiempo visitó el lugar para conversar con ciudadanos que, en entrevistas individuales, compartieron sus perspectivas sobre el sector.
PERSPECTIVAS DE LOS RESIDENTES
Pablo Rodríguez, empresario y uno de los fundadores de Friusa, expresó: «¿Quién dijo que aquí no se puede bajar? Este es uno de los sectores más seguros del país.»
Rodríguez negó que falte seguridad en la zona y criticó a comunicadores que, según él, exageran los problemas de seguridad para obtener notoriedad. «Que lo digan los comerciantes», afirmó.
Sin embargo, mostró preocupación por el gran número de inmigrantes haitianos indocumentados y enfatizó la necesidad de seguir las directrices presidenciales sobre el control migratorio.
“Esto parece un Nueva York chiquito”, dijo, haciendo un llamado a las autoridades para enfrentar la situación de manera más enérgica, en especial a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), por el aumento de la venta de drogas en el sector.
Por su parte, Elvis Martínez, presidente de la Fundación Pro Desarrollo de Bávaro y de la Fundación Autismo Sin Fronteras, reconoció que la inmigración haitiana es un problema de gran magnitud. Atribuyó esta situación a la falta de atención por parte de las autoridades, aunque defendió a Friusa como uno de los sectores más productivos del área.
“Hay mucho movimiento comercial y trabajo aquí, pero no es tan peligroso como algunos medios dicen. Contamos con varios destacamentos de policía”, subrayó.
Oli Caraballo, comerciante, describió a Friusa como un lugar tranquilo y en constante desarrollo. Recordó que comenzó su negocio en 2018 con una mesa y hoy tiene su propio local. “La percepción antes era que esta era una zona peligrosa, pero eso ha cambiado con el incremento del patrullaje policial”, afirmó.
CONTRASTES DENTRO DE FRIUSA
Otros residentes entrevistados coinciden en que Friusa tiene dos caras: una con mayores niveles de seguridad y desarrollo económico, que incluye al Hoyo de Friusa, y otra, conocida como «Mata Mosquitos», que enfrenta retos importantes. En esta última, la migración haitiana ha desbordado los límites, y los ciudadanos piden a las autoridades mayor atención.
Friusa se define como un lugar de contrastes, donde la productividad y el progreso van de la mano con desafíos sociales y de seguridad.
Esta comunidad sigue evolucionando, marcada por su historia y por la lucha de sus habitantes por mantener un ambiente seguro y próspero en una de las zonas turísticas más importantes del país.