Estados Unidos. (EFE). El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa Jill llegaron este domingo a Uvalde, la pequeña localidad de Texas consternada después la masacre en una escuela primaria que dejó 21 muertos.
En Uvalde, Joe y Jill Biden acudirán primero al memorial levantado frente a la escuela primaria donde se produjo el tiroteo, antes de participar en una misa al mediodía local.
Por la tarde, se reunirán con familiares de las víctimas y sobrevivientes de la masacre, luego con integrantes de los equipos de rescate.
Conocido por su empatía, Biden sin duda sabrá encontrar las palabras ante el sufrimiento de sus seres queridos.
En momentos en que se conocen crudos testimonios de los niños que sobrevivieron al ataque, el mandatario instó a actuar para prevenir futuras masacres en un país donde los esfuerzos para endurecer las regulaciones de armas de fuego han fracasado repetidamente.
“No se puede hacer que los dramas sean ilegales, lo sé. Pero se puede hacer que Estados Unidos sea más seguro”, expresó Biden en un discurso el sábado, lamentando que “tantas personas inocentes hayan muerto”.
“Así que hago un llamado a todos los estadounidenses en este momento para que se unan y hagan oír sus voces y trabajen juntos para hacer de esta nación lo que puede y debe ser”, dijo el presidente.
Como sucede siempre tras estas tragedias ya comunes en Estados Unidos, el debate sobre el control de las armas de fuego está nuevamente en el tapete.
Destacados legisladores estadounidenses expresaron este domingo un optimismo cauteloso para dar algunos pasos en ese sentido.
“Hay más republicanos interesados en hablar sobre encontrar un camino a seguir esta vez que lo que hemos visto desde Sandy Hook”, dijo el senador demócrata Chris Murphy a la cadena ABC, recordando el tiroteo registrado en la escuela de ese nombre en 2012 en Connecticut, que dejó 26 muertos.
Dick Durbin, el demócrata número dos en el Senado, se mostró confiado en que “habrá algunos” legisladores opositores que se manifiesten a favor de impulsar nuevas normas, mientras que Adam Kinzinger, republicano moderado de la Cámara de Representantes, que “ahora estoy abierto a una prohibición” de las armas de fuego o mayores requisitos para su compra y uso.