En el acto celebrado en el Castillo del Cerro, 81 aspirantes se invistieron del programa formativo en vigilancia y tratamiento penitenciario (VTP)
SAN CRISTÓBAL.– La Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP) concluyó el programa de actividades por su décimo noveno aniversario con la graduación de 81 nuevos agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario (VTP), que brindarán servicios en diferentes áreas de atención a las personas privadas de libertad.
Además de desfilar, prestar juramento y recibir los certificados que les acreditan como agentes VTP, los egresados celebraron su investidura y escucharon las palabras de exhortación de quienes les acompañaron en la mesa de honor.
“Les exhorto a que desempeñen sus funciones con orgullo y con amor, pues son ustedes los llamados a mantener la confianza en el sistema correccional de la República Dominicana, procurando que los que guardan prisión sientan que es posible su reinserción”, expresó en el discurso central la directora general de la institución académica, Gladys Sánchez Richiez.
En el acto, celebrado en la sede de la ENAP, en el Castillo del Cerro, San Cristóbal, participaron la procuradora fiscal María Rosalba Díaz, integrante del Consejo Superior del Ministerio Público, y el procurador general de la Corte de Apelación de San Cristóbal, Faustino Pulinario Romero; junto a autoridades y funcionarios de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC), encabezados por su titular, Roberto Hernández Basilio; la directora de Centros de Corrección y Rehabilitación, Hilda Patricia Lagombra, y la directora de Medio Libre, Frania Navarro.
Entre los invitados asistieron fray Arístides Jiménez Richardson, coordinador de la Pastoral Penitenciaria y capellán de Prisiones; Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus); Pura Casilla, gobernadora de San Cristóbal; Juan Dionisio Rodríguez Restituyo, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, y familiares de los egresados.
Esta promoción, la vigésimo séptima en la historia de la institución, acogió en principio a 135 aspirantes e invistió por el término del programa a 81 nuevos VTP, de los cuales 47 son hombres y 34 son mujeres.
En el acto fueron reconocidas como alumnas meritorias, con placas y medallas, las agentes Jafreysi Hernández Mateo, Maridognis Bidó y Belagni de la Rosa Corporán, quienes obtuvieron las tres calificaciones más altas del grupo.
Al agotar su ciclo formativo, los VTP quedan en condición de gestionar la disciplina, el orden y la seguridad en los recintos, además de conducir las actividades cotidianas en el marco de los programas de tratamiento penitenciario, orientados a la reinserción social de los internos. Directores de centros y otros funcionarios del sistema tienen como base y punto de partida esta formación.
Durante su entrenamiento, los aspirantes a VTP reciben siete cátedras en diferentes áreas del saber, capacitaciones a través de seminarios y trabajos en grupo y una pasantía de cinco meses de duración.
En los 19 años de trabajo de la ENAP, la entidad ha formado a más de 3,500 agentes VTP e impartido programas de capacitación y actualización en diferentes competencias a 14,000 miembros del personal administrativo, detalló la directora general durante la ceremonia.
Al dirigirse a los recién graduados, Hernández Basilio, director general de Servicios Penitenciarios y Correccionales, los exhortó a trabajar con sinergia y dar la mano a quienes la necesitan.
“Colóquese siempre en el lugar de la otra persona. Empatía, dicen los teóricos, yo le llamo solidaridad y los viejos le dicen don de gente. Traten de ser gentiles siempre, respetando los derechos de cada persona, y que la disciplina sea su otra bandera”, dijo Hernández Basilio.
En su intervención, Servio Tulio Castaños Guzmán dijo sentir admiración por quienes se interesan en capacitarse para guiar el proceso de los privados de libertad en la actual coyuntura.
“No exagero si les digo que ustedes van a desarrollar una misión que combina la del maestro y el sacerdocio, por el acompañamiento de los procesos psicológicos que tendrán que dar a los internos. Ustedes pueden ser, si así lo deciden, el agente de cambio que impactará en muchas vidas”, afirmó.
La bendición del acto estuvo a cargo fray Arístides Jiménez Richardson, quien recomendó a los jóvenes trabajar por la reinserción y valoró la función que realiza la Escuela Nacional Penitenciaria.
Durante este mes, la entidad de formación especializada ha desarrollado un amplio programa conmemorativo de su fundación, que tuvo lugar en 2003, con la que se inició la reforma penitenciaria que dio como resultado los nuevos recintos de tratamiento penitenciario en el país y que ha servido de modelo y referente regional.