La Policía haitiana lanzó este viernes la operación «Tornado 1» para dar respuesta a las bandas armadas que siembran el terror en el país y que en menos de un mes han matado a catorce policías.
El anuncio se produce un día después de la jornada de gran tensión vivida el jueves y provocada por un movimiento de protesta de la Policía contra la inacción de las autoridades ante las continuas muertes de agentes.
«Hoy lanzamos oficialmente una operación denominada ‘Tornado 1’ en respuesta a todos los actos cometidos por los delincuentes contra la población, especialmente contra nuestros hermanos y hermanas policías. Los delincuentes deben pagar por sus actos», dijo el director general de la Policía Nacional de Haití, Frantz Elbé, en una rueda de prensa.
Esta misión, afirmó, dará respuesta institucional a las bandas armadas.
Aunque Elbé aseguró que entiende que las demandas de los policías -mejores condiciones laborales y de material, entre otras- son justas y legítimas, subrayó que no se puede actuar de forma desordenada.
«La Policía está recibiendo una paliza, pero no vamos a rendirnos. No vamos a dejar de luchar contra los bandidos. No vamos a retroceder», resaltó Elbe, quien añadió que en la difícil situación actual marcada por una aguda crisis socioecónomica y política la solución ha de pasar por la unidad de los distintos sectores del país.
Pidió a los agentes que mantengan la calma y sumen sus fuerzas y añadió: «todas las familias haitianas están heridas y sumidas en una profunda tristeza. La gran familia policial está herida hasta la médula».
Las bandas armadas controlan gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores sembrando el terror, lo que obliga a la población a abandonar sus casas y huir.
Este viernes, Haití vive una jornada de aparente calma, después de que ayer reinara la tensión y la violencia, con disparos, quema de neumáticos y ataques a la residencia privada del primer ministro del país, Ariel Henry.
También en las cercanías del aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe se levantaron barricadas y se quemaron neumáticos, lo que retrasó el aterrizaje del avión en el que viajaba Henry.