PUNTA CANA. Cada 22 de abril, la humanidad realiza una parada simbólica para conmemorar el Día Internacional de la Madre Tierra, también conocido como Día de la Tierra. En esta fecha, rendimos homenaje a nuestro planeta y recordamos que es el único hogar que tenemos. Ninguna ambición o proyecto puede ser más importante que la sustentabilidad de nuestra biósfera.
La conmemoración de este día forma parte de las iniciativas destinadas a crear conciencia sobre el impacto que el estilo de vida industrial y la sobrepoblación humana tienen en el ecosistema en general. La urgencia de esta conciencia se ha vuelto aún más evidente debido a los cambios climáticos causados por la actividad industrial sostenida durante los últimos dos siglos, incluido el calentamiento global y el cambio climático.
¿COMO NACE ESTA EFEMERIDE?
El Día Internacional de la Madre Tierra tuvo su origen en 1970, gracias a los esfuerzos del senador estadounidense Gaylord Nelson. Sin embargo, esta propuesta fue precedida por iniciativas educativas que buscaban llamar la atención del público sobre los efectos de la contaminación en la salud humana. Por ejemplo, el Survival Project de la Universidad de Northwestern ya había estado trabajando en este sentido durante al menos 15 años.
En la primera celebración de este día, el objetivo era solicitar la creación de una agencia nacional de ecología. El llamado tuvo una respuesta masiva: dos mil universidades y diez mil escuelas de todo Estados Unidos se unieron al movimiento, sumando un total de 20 millones de personas. La presión ejercida sobre el gobierno estadounidense fue tan significativa que se estableció la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency) poco después. Ese movimiento dio origen a la conmemoración del Día Mundial de la Tierra.
En este Día de la Tierra, se apuesta a que la humanidad recuerde más que nunca la necesidad de un cambio hacia una economía sostenible que beneficie tanto a las personas como al planeta. La armonía con la naturaleza y la tierra es fundamental.
De acuerdo a datos suministrados por las Naciones Unidas, cada año se pierde una capa boscosa de más de 10 millones de hectáreas, una extensión similar al tamaño de Islandia. Esto unido a la pérdida de alrededor de un millón de especies animales y plantas, las que se encuentran al borde de la extinción.
La Tierra conocida como Pachamama, Mamapacha, Gaia y otros tantos nombres como culturas existen, es hoy por hoy fuente de preocupación frente a los brutales cambios climáticos fruto de las agresiones contra la vida de este planeta, ocasionados por los procesos de industrialización, lo que poco a poco va acabando con todo.