Londres. (AFP). Tras la dimisión el jueves de la primera ministra británica Liz Truss hay tres favoritos que se perfilan para sucederla: el exministro de Finanzas Rishi Sunak, la ministra encargada de relaciones con el Parlamento, Penny Mordaunt, y el exjefe del ejecutivo Boris Johnson, cuyo posible regreso causa revuelo.
Boris Johnson
La revelación hecha por el diario The Times de que el exprimer ministro iba a presentarse esgrimiendo el “interés de la nación” generó conmoción en Londres.
Tres meses y medio después de haber tirado la toalla tras una serie de deserciones en su gobierno lastrado por escándalos -entre ellos el de las fiestas en Downing Street contra las normas anticovid-, el entorno de “BoJo” indicó que el político volvería de manera anticipada de unas vacaciones en Punta Cana.
Si pasa el filtro de los parlamentarios que deben votar, tiene muchas posibilidades de volver al poder, ya que sigue siendo muy popular entre los adherentes del Partido Conservador, según un reciente sondeo de YouGov.
A sus 58 años, este experiodista, que fue alcalde de Londres y jefe de la diplomacia, tiene en sus fojas haber llevado a su partido a una histórica victoria electoral en 2019. Es un ferviente defensor del Brexit y para sus seguidores su carisma y su optimismo a toda prueba son indispensables para evitar una catástrofe en las urnas, teniendo en cuenta las encuestas y la crisis social.
Pero su posible regreso también despierta rencillas y algunos parlamentarios amenazaron con renunciar.
Su elección podría agravar las divisiones que ya son muy marcadas entre los conservadores.
Además Johnson tiene otro escollo ya que sigue siendo investigado por el Parlamento para dilucidar si mintió a la cámara durante el escándalo del “partygate” y se arriesga a una suspensión de su mandato como diputado.
Rishi Sunak
Antes de que sonaran los rumores sobre un retorno de Johnson, parecía que era la hora de la revancha para Rishi Sunak. El exministro de Finanzas de 42 años llegó segundo en la contienda contra Liz Truss, con un contundente apoyo entre los parlamentarios, pero perdiendo finalmente en la votación de los militantes del partido.
Durante su campaña en agosto, advirtió en repetidas ocasiones que los recortes fiscales sin financiación y los “cuentos de hadas” de su rival empeorarían la situación de la inflación, que está en su nivel más alto en décadas, y socavarían la confianza de los mercados.
Y la historia le dio la razón dada la tormenta económica que agita al país en los últimos días.
Su imagen de exbanquero adepto a la ortodoxia fiscal parece una figura tranquilizadora tanto para la opinión pública como para los mercados.
Este aficionado a la saga de Star Wars, diputado desde 2015, fue nombrado como ministro de Finanzas justo antes de la pandemia del covid-19 y su gestión de la crisis, con ayudas masivas a los hogares y las empresas, fue muy elogiada.
Pero, en contra, tiene su imagen de rico banquero que se formó en escuelas y universidades de la élite. Además una parte de su partido no le perdona su dimisión del gobierno a inicios de julio, considerada una traición que precipitó la caída de Johnson.
Si es elegido, este nieto de inmigrantes de India se convertiría en el primer político no blanco en dirigir el gobierno en el Reino Unido.
Penny Mordaunt
Esta ministra de relaciones con el Parlamento compitió contra Liz Truss para suceder a Johnson y sumó apoyos en las primeras rondas de votaciones.
Esta carismática exministra de Defensa, de 49 años, se lució el lunes cuando apareció en el Parlamento en sustitución de Truss para responder a la oposición, defendiendo con aplomo el giro en la política económica del gobierno.
También recurrió al humor al afirmar que la primera ministra “no se esconde en su despacho”.
La veta patriótica de esta reservista de la armada toca fibras sensibles en el partido.
A su favor, también tiene el ser una partidaria del Brexit desde 2016.
Antes de ser elegida diputada en 2010, Mordaunt estudió filosofía encadenando una serie de empleos y luego trabajó en relaciones públicas para el dirigente conservador William Hague y en Estados Unidos para la campaña presidencial de George W. Bush.