PUNTA CANA. Tener una discapacidad y verse en la necesidad de desplazarse en una silla de ruedas o con un bastón es una aventura que pocos pueden contar en el primer Distrito Municipal Turístico Verón Punta Cana.
En esta localidad, la accesibilidad es un sueño que ha tardado en hacerse realidad.
Aceras destruidas, estrechas y sin la rampa para el acceso en sillas de ruedas, son parte de los ejemplos que se citan.
A esto se agrega que, en algunos momentos de «hora pico», motoristas se desplazan por las aceras, poniendo en riesgo a peatones.
William García, una persona con discapacidad fisicomotora entiende que las autoridades edilicias tienen el compromiso de garantizar la accesibilidad.
La accesibilidad en las vías públicas está contemplada en la Ley 63-17, la que se violenta recurrentemente aquí.