Verón. Conforme continúa la guerra entre Ucrania y Rusia, aunque éstos hayan disminuido un poco las tensiones, los tiempos de guerra en el mundo podrían seguir unos años más, solo que con algunos cambios de escenarios.
En marzo, China, que es una potencia económico-comercial, anunció un incrementó del 7.2% del presupuesto de defensa para enfrentar «complejos desafíos de seguridad».
Este «ligero» aumento presupuestario viene a darse en un contexto de un agudo conflicto entre China y Taiwán. El gigante asiático considera que a la isla una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra el Ejército comunista.
Hoy justamente, el Ejército de Estados Unidos anunció que un destructor lanzamisiles condujo este domingo un «tránsito de rutina» por el Estrecho de Taiwán, un paso que se produce en momentos de tensión entre Washington y Pekín y pocos días después de que China desplegara maniobras militares en torno a la isla.
Pudiéramos estar viendo en los próximos días nuevas maniobras militares, que pudieran abrir puertas para un escenario bélico. China cuenta con un gran respaldo de Rusia, lo cual quedó demostrado el mes pasado cuando los mandatarios de ambas naciones sostuvieron un encuentro, mientras que Taiwán cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
Queda claro, en pleno siglo XXI, que la defensa de los territorios sigue siendo un motivo importante para nuevas acciones militares, que incluso mueven a los «grandes» del tablero mundial.
La historia de una nueva guerra pudiera estallar pronto si Estados y China, en medio de Taiwán, no logran dirimir las tensiones.
