La participación es clave
La palabra de moda desde antes de la toma de posesión del 16 de agosto último, es sin lugar a dudas la palabra reforma.
Ese fue el principal mensaje expuesto por el presidente Luis Abinader en aquel acto de investidura. De hecho, dos días después motorizó su plan llamado “modificación constitucional, sometiendo ante el Senado de la República la propuesta gubernamental en tal sentido.
El sometimiento anunciado con un gran despliegue mediático y luego sancionado favorablemente por el Partido Revolucionario Moderno, como partido de Gobierno, no ha sido conocida aún por la población.
Aunque los medios de comunicación han dado a conocer algunas partes del contenido de este documento de reforma, lo cierto es que todavía no se ha elaborado una campaña con miras a que la población analice esta propuesta a nuestra Carta Magna, la que, aunque se ha dicho que viene a blindar nuestra Ley de Leyes, no se puede dejar de lado que quienes proponen tal transformación, también son políticos con intereses.
Los procesos de transformación y cambio son importantes, pero cuando todos los sectores participan y dejan escuchar sus voces.
Los pequeños empresarios y productores son, en la mayor parte de los casos, los más perjudicados cuando se trata de cargas impositivas. Estos, al igual que a los emprendedores se les debe tomar en cuenta en las transformaciones o reformas a la seguridad social, fiscal y laboral pues son sectores altamente sensibles y fácilmente puede colapsar.
No se puede negar que, en nuestro país, que una buena parte de la población subsiste de la dinámica de estos micro, pequeños y medianos negocios.
Al día de hoy, según Enmipyme, citado por la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana, en nuestro país 404, 034 negocios de esta índole, generando una gran cantidad de empleos directos e indirectos. Estas microempresas están bajo la Ley de Mipymes No. 488-08, modificada por la No. 187-17.
Apoyando al nuevo Gobierno en su misión de transformar el Estado con las reformulaciones en la Constitución, y en los sistema fiscal, laboral y en la seguridad social, lo único que se exige es que estas reformas deben realizarse con la participación de todas y todos, garantizando con ello un proceso rico en discusiones y aportes que nos permitan seguir construyendo el país que soñaron los Padres de la Patria, y que desea, sino todos, la mayor parte de los dominicanos.
