La harina de trigo refinada, que años atrás era exaltada por su “pureza” frente a la harina integral, en las últimas décadas, la ciencia de la nutrición reveló que es menos saludable, precisamente porque en el proceso de refinamiento se eliminan gran parte de sus nutrientes.
Algunos de los problemas que resultan del consumo de harina refinada se relacionan con el aumento de los valores de azúcar en sangre e insulina, que provoca disfunción metabólica, tiene pocos nutrientes y contiene aditivos nocivos y no deja lugar en la dieta para alimentos más saludables.
Ana Chezzi, licenciada en nutrición dijo que el trigo está muy modificado con respecto al que se comía hace 100 años. Así mismo, indicó que el gluten para que tenga más proteína, a pesar de que sigue siendo un vegetal que no es alto en proteínas.
Chezzi manifestó que el gluten es el que produce inflamación porque el intestino en general no está preparado para digerir semejante cantidad.
Fuente: Infobae
