En varias regiones de Zimbabue, trabajadoras sexuales enfrentan una alarmante escasez de preservativos, lo que las ha obligado a recurrir a métodos anticonceptivos no convencionales, como el uso de calcetines para bebés.
Según reportó el medio local Health Times, esta crisis, que afecta localidades como Epworth, Mutare, Masvingo, Harare y Seke, se debe a factores como retrasos en el suministro, acaparamiento y presunta mala gestión del personal sanitario.
Precious Musindo, fundadora de la organización Springs of Life Zimbabwe, calificó la situación como «catastrófica», señalando que las trabajadoras sexuales también enfrentan barreras significativas para acceder a servicios de salud.
La falta de preservativos no solo incrementa el riesgo de embarazos no deseados, sino que representa una amenaza seria para la transmisión de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, en un país históricamente vulnerable a estas enfermedades.
La comunidad exige medidas inmediatas para garantizar el acceso a recursos básicos y proteger la salud pública.