Los científicos no saben exactamente por qué comer menos haría que un animal o una persona viviera más tiempo, pero muchas hipótesis tienen un sesgo evolutivo. Ya que, en la naturaleza, los animales experimentan periodos de abundancia y escasez, al igual que los antepasados humanos.
Una teoría es que, a nivel celular, la restricción calórica hace que los animales sean más resistentes a los factores de estrés físico.
James Nelson, profesor de Fisiología Celular e Integrativa del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, explicó que los ratones con restricción calórica son más resistentes a las toxinas y se recuperan más rápido de las lesiones.
Asimismo, citando otro ejemplo o explicación comprende el hecho de que, tanto en humanos como en animales, ingerir menos calorías ralentiza el metabolismo.
Kim Huffman, profesora asociada de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, afirmó que cuanto menos tenga que metabolizar el cuerpo, más tiempo podrá vivir.
La restricción calórica también obliga al organismo a recurrir a fuentes de combustible distintas de la glucosa, lo que los expertos en envejecimiento consideran beneficioso para la salud metabólica y, en última instancia, para la longevidad.
Varios investigadores dijeron a un proceso conocido como autofagia, en el que el organismo se come las partes de las células que funcionan mal y las utiliza como fuente de energía. Esto ayuda a las células a funcionar mejor y reduce el riesgo de varias enfermedades relacionadas con la edad.
