El cáncer de piel no melanoma es el tipo más común de cáncer. Se le llama no melanoma porque este grupo de tumores comprende todos los tipos de cáncer de la piel, excepto uno: el melanoma maligno, que es el cáncer que se desarrolla a partir de los melanocitos.
La predisposición genética es la causa principal de la aparición del cáncer de piel, aunque existen otros factores identificados que también intervienen, como la radiación ultravioleta, algunos agentes químicos, las infecciones por el virus del papiloma humano e incluso inmunodepresión.
Aunque el cáncer de piel se presenta con mayor frecuencia en zonas de la piel con mucha exposición al sol, también puede presentarse en zonas poco expuestas a los rayos solares.
La mayoría de los casos de cáncer de piel pueden tratarse de forma eficaz si logramos detectarlos en sus etapas tempranas.
Es muy importante acudir con un médico especialista en dermatología si observas algún cambio anormal en tu piel, por ejemplo un lunar que aumenta de tamaño, cambia de color o sus bordes son irregulares, para que el médico pueda revisarte y determinar la causa de los cambios que presenta el mismo.