El expelotero de Grandes Ligas, David Ortiz, declaró que el pasado lunes llegó a su residencia para vacacionar en Samaná sin intenciones de desalojar a la abuela de su hijo de doce años y aseguró que a pesar de que el menor es un niño dulce, tiene la impresión de que lo han manipulado.
Según David Ortiz, él fue a supervisar los trabajos de remodelación que se hacen en la casa, y que lo van a entregar en los próximos días. Según el Big Papi, como se le conoce en las Mayores, fue con un notario público quien puede atestiguar qué fue lo que pasó allí.
“Cuando yo llegué allá, le dije que se iban a hacer unos trabajos, de modo calmado y sin intención de desalojo, con un notario público y el hermano mío y cuando esta señora le dice al niño graba, y ella hace eso, yo me quería morir”, declaró David Ortiz en entrevista con Ana Rossina Troncoso, en CDN.
“Yo no sé lo que le han dicho al niño, porque ese niño es un niño adorable, muy noble muy inteligente y muy dulce y ver a mi hijo convirtiéndose en un enemigo mío eso me parte el alma”, declaró el pelotero, «me duele de verdad que tengan a ese muchacho así, eso me está matando a mí».
«Ayer yo fui a esa propiedad y me topé con esa sorpresa, yo nunca fui agresivo, yo lo único que hice fue tomar mi carro e irme», concluyó.
