El turismo está en marcha y las personas tienen acceso a las playas a pesar del estado de emergencia. Es normal que a pesar de la situación muchos acudan a este espacio, por la alta temperatura que trajo este verano.
El entorno ha cambiado y exige guardar medidas de salubridad más estrictas. Sin embargo, hasta el momento no se ha comprobado que una persona pueda contagiarse a través del agua, ni en agua potable en donde el virus que causa el covid-19 no puede sobrevivir.
Ni en las piscinas con sus grandes concentraciones de cloro y otras sustancias desinfectantes presentes que sirven para evitar la replicación. De igual modo, en las playas la concentración de sal actúa también como protección.
La doctora Johanny Medina explica que se debe añadir la dilución que se produce por la cantidad de agua frente a la probable cantidad de carga viral. Asimismo, indicó que aún faltan estudios que comprueben estas observaciones, aunque ya la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo ha hecho público.
“Si es cierto bañarse antes y después de estar en el agua, evitar toser, estornudar o escupir dentro o alrededor de las playas, tomar líquidos regularmente, no meterse al agua si presenta algún síntoma o sospecha. Y si pertenece a un grupo de vulnerable, evitar contacto con personas y los grupos que sean menores de ocho personas.
Exhortó que en caso de presentar alguna dificultad, debe informar a algún representante del lugar en vez de callar o se retira y acuda al centro de salud más cercano.que durante el baño se puede llegar a ingerir cantidades mínimas de agua lo que supone una probabilidad menor de contagio”, precisó Medina Aseguró que por esa razón se considera seguro el baño recreativo, en playas y piscinas. Esto, siempre y cuando se cumplan algunas normas, como, medidas de distanciamiento,