Génesis 1:2 “Y la tierra estaba desordenada y vacía”. A partir de este artículo empezaremos nuestra serie de como cumplir sus metas usando sus recursos de manera efectiva, hoy nos toca hablar de la organización.
Antes de Dios iniciar la creación tuvo que organizar para entonces luego crear, todo buen proyecto en nuestras vidas si no se inicia organizado no tendrá éxito, y los enlaces para ilustrar acerca de esta lección son los siguientes:
1-Núcleo de nuestro sistema de valores.
2-Definir las metas: establecer tiempo definido y sub-dividirlas, en caso de ser necesario.
3- Recursos para cumplir las metas.
Para nosotros empezar a obrar en nuestros propósitos debemos saber cuál es nuestro núcleo, nuestro centro o en que está fundamentado nuestro sistema de valores ya que esto va a definir nuestro carácter y a que le voy a dedicar más tiempo.
En lo personal mi centro es la Biblia en ella medito, en ella está el ancla de mi fe, por lo que a esta le dedico parte esencial de mí. El reformador Martin Lutero entendía que para él lo más importante era su comunicación con su creador por esto decía lo siguiente “Tengo mucho que hacer hoy, de modo que necesito pasar otra hora de rodillas”.
Luego que definimos cuales son nuestros propósitos o metas, si son personales, laborales, espirituales o seculares cualquier sea el tipo de estas, entonces procedemos asignarles un tiempo definido y una prioridad que nos indicará cual es el orden de cada una de ellas. De ser metas u objetivos muy largos debemos dividirlos en sub-objetivos o si son a corto o mediano plazo.
Lo tercero es que debemos saber con qué recursos o herramientas contamos para cumplir ese propósito, esta parte es de suma importancia porque es parte del eje operacional para cumplir con el propósito debido a que si no contamos con los recursos suficientes nuestras metas son solo fantasías porque no la vamos a poder cumplir, imagínese que su propósito sea ir a la luna y usted no cuenta con la nave espacial, simplemente su operación es nula.