Un estudio divulgado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) relata temas que son fundamentales para alcanzar el desarrollo integral del Estado Dominicano, partiendo de acciones que van desde una buena gobernanza hasta la creación de mecanismos que propicien un clima de equilibrio que viabilicen la inclusión y la innovación.
Sin embargo, los avances que sugiere este estudio hay que verlo en el contexto y nuevo orden mundial que nos impone la pandemia del covid-19, con mercados paralizados o ralentizados y con una dinámica productiva en iguales términos en casi todas las naciones del mundo.
República Dominicana se prepara para recibir nuevas autoridades, lo que en nuestro caso particular nos inyecta un componente diferenciador frente a otros países que sufren los efectos feroces de esta pandemia. Recibir la administración de un país sumergido en una crisis sanitaria que ha afectado todos los renglones de la vida nacional, no es una tarea fácil.
El gobierno que se instalará habrá de manejarse en un entorno convulso y con un contexto internacional incierto. Será el presidente que asuma luego de este 16 de agosto quien deberá tomar en cuenta las recetas que la OCDE está sugiriendo para que podamos lograr las metas trazadas en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), que es el documento base para delinear y hacer seguimiento sistemático a las políticas públicas orientadas a alcanzar el bienestar colectivo y propiciar las mejoras institucionales pendientes. Y este desafío lo hemos de afrontar todos, atendiendo solo a los más genuinos intereses nacionales.