París. (EFE). Emmanuel Macron logró la reelección como presidente de Francia este domingo tras imponerse a Marine Le Pen. Según datos definitivos del Ministerio del Interior, con el 100% escrutado, Macron obtuvo el 58,55% de los votos, frente al 41,45% de Le Pen, que incluso con esta derrota consiguió su mejor cifra de apoyo.
Francia evitó así, por tercera vez, que la ultraderecha gobierne el país, posicionando a Macron en el Elíseo por cinco años más. No obstante, el liberal tiene por delante importantes desafíos como un país dividido y sumido en un profundo descontento.
Muestra de ello fue la abstención de votantes que alcanzó el 28%, la mayor en más de 50 años. Según las estadísticas, uno de cada tres votantes se ha quedado en casa, la mayoría electores de otros partidos que no han querido votar a Macron, ni siquiera para frenar a Le Pen.
Durante la primera vuelta electoral, Emmanuel Macron se impuso con un 27,8% de votos al 23,1% de Le Pen. No obstante, la ultraderechista consiguió en esta segunda vuelta su mejor resultado.
Con esta victoria, Macron pasará a formar parte de la historia de Francia como el presidente más joven de la V República y como uno de los pocos que ha conseguido ser reelegido, junto con Charles de Gaulle, François Mitterrand o Jacques Chirac. No obstante, su victoria da atisbos negativos por ser uno de los presidentes que despierta más rechazo, ya que muchos franceses lo consideran arrogante y alejado de los problemas reales de la sociedad.
Luego de su victoria, Macron se dirigió a todos los franceses y les prometió “un mandado renovado”, quizás consciente del cansancio y el hastío popular, el reelecto presidente ahuguró nuevos aires para sus últimos cinco años en el poder.