París, (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, reclamó este domingo vigilancia frente a un antisemitismo «rampante» que no solo se ha traducido en los últimos años en atentados con objetivos judíos, sino que se infiltra en las redes sociales o en el debate público con la «complacencia de ciertas fuerzas políticas».
«Puede tomar otros rostros, pero el odioso antisemitismo sigue circulando», subrayó Macron en un discurso de conmemoración de las redadas llevadas a cabo por la policía francesa en París, en julio de 1942, de 13.000 judíos, la inmensa mayoría de los cuales fueron enviados a continuación a los campos de exterminio nazis para ser asesinados.
El discurso fue pronunciado en la antigua estación de tren de Pitiviers, a cerca de 90 kilómetros al sur de París, por la que transitaron muchos de esos judíos y otros detenidos también por la policía del régimen colaboracionista francés de Vichy durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Macron insistió en que «80 años después de ese eclipse de la humanidad, sigue siento tan urgente si no más recordar la historia para conjurarla, escrutar el odio del pasado para detectarlo mejor en nuestro presente».
A su parecer, el antisemitismo es ahora tanto en Francia, como en Europa y en otros lugares del mundo «más rampante incluso» que en 1995, cuando el entonces presidente, Jacques Chirac, reconoció por primera vez la responsabilidad directa de Francia y del Estado francés en el Holocausto por su implicación en las redadas de julio de 1942.
Hizo hincapié en que el antisemitismo está presente en los atentados yihadistas perpetrados en Francia contra personas por ser judíos, pero también en la profanación recurrente de cementerios judíos, en mensajes en redes sociales o en debates revisionistas sobre acontecimientos históricos como esas mismas redadas.
LA RESPONSABILIDAD DE FRANCIA EN EL HOLOCAUSTO
Macron recordó las palabras de Chirac en julio de 1995, cuando señaló que Francia con la detención de niños, mujeres y hombres judíos que luego entregó a los nazis para enviarlos a los campos de la muerte «cometió lo irreparable».
Añadió unas frases de su propia cosecha: «Al actuar en nombre de Francia traicionando el espíritu de la República, el Estado francés de Pétain, de Laval, de Bousquet, faltó de forma deliberada a todos los deberes de la patria de la Ilustración y de los derechos humanos. Porque ni un solo soldado nazi participó en las redadas del 16 y 17 de julio de 1942».
Cargó, sin nombrarlo, contra el intelectual ultraderechista Éric Zemmour, candidato a las presidenciales el pasado mes de abril, que ha defendido la figura del mariscal Philippe Pétain, líder del régimen colaboracionista francés de 1940 a 1944, con el argumento de que al entregar a judíos extranjeros a los nazis, salvó a muchos judíos franceses.
«Repitámoslo aquí, aunque no guste a los comentadores revisionistas. Ni Pétain, ni Laval, ni Bousquet pretendieron salvar a los judíos. Es una falsificación de la historia. Los que pretenden esas mentiras tienen como proyecto destruir la República y romper la unidad de la nación», afirmó el jefe del Estado.