Higuey. Este lunes la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de la provincia La Altagracia conocerá la medida de coerción que pidió el Ministerio Público para el profesor John Kelly Martínez, principal sospechoso de la muerte de la adolescente Esmeralda Richiez, de 16 años, la pasada semana.
La medida de coerción también va contra Rubier Morrillo Martínez, primo del imputado, por su presunta complicidad en el fallecimiento de la adolescente en la comunidad Vista Alegre, del distrito municipal La Otra Banda, en Higüey.
La Fiscalía solicitó 12 meses de prisión preventiva en contra del profesor John Kelly Martínez, quien es imputado como principal sospechoso de la muerte de la adolescente de iniciales ERM.
El Ministerio Público amplió la solicitud de medida de coerción a Martínez con un adendum, al establecer que es presumiblemente autor de haber cometido el crimen de violación sexual, acompañado de homicidio voluntario, con tortura y acto de barbarie en perjuicio de la adolescente.
En ese sentido, atribuyó a dicho imputado la violación de los artículos 265, 266, 295, 303 y 331 del Código Penal Dominicano, los dos últimos modificados por la Ley 24-97, sobre Violencia de Género e Intrafamiliar.
La instancia con la solicitud de medida de coerción detalla que dicho imputado, de forma voluntaria, le provocó a la víctima laceraciones, abrasiones y contusiones que le produjeron el deceso debido al desgarro vaginal, con hemorragia aguda severa externa e interna y shock hemorrágico como mecanismo terminal de muerte, según consta en la autopsia practicada por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El órgano de justicia también pidió la imposición de presentación periódica en contra de Rubier Morrillo Martínez, primo del imputado, por su complicidad en el hecho y quien fue sometido a la justicia por la violación de los artículos 59, 60, 265, 266, 295, 302 y 331 de dicho código.
Sobre el caso, la investigación indica que en horas de la noche del pasado 12 de febrero la adolescente salió desde el hogar donde residía con sus padres en Vista Alegre, en compañía del maestro, así como de Morrillo Martínez y otras tres alumnas menores de edad.
Refiere que, al retornar a su hogar, alrededor de las 12:00 de la noche, la joven llegó pálida y sangrando, por lo que sus padres la ayudaron y quedó en su habitación.