Mientras que el campo deja de mirar al cielo, para buscar la anhelada lluvia. Con la sequía amenazando el devenir climatológico, la tecnología se ha convertido en uno de los grandes recursos para paliar la falta de agua.
Los campos iniciaron un periodo desafiante con un descenso de las precipitaciones y la prolongación del clima árido y seco que caracteriza a la geografía española. El campo español es uno de los sectores que más está sufriendo la falta de agua.
Pues hay algunas firmas que están encontrando en la innovación y la tecnología formas disruptivas con las que hacer frente a este desafío, optimizar el uso de agua a la vez y aumentar la eficiencia de las labores agrícolas.
Fuente: El Economista