¿De dónde pueden salir 20,000 millones de pesos que le faltan mensualmente al Gobierno? Esa es la gran pregunta que una buena parte de la ciudadanía nos hacemos tras ser sacado de la agenda del Congreso Nacional el proyecto de Ley de Modernización Fiscal, cuyo fin principal era sacar dinero producto de pago de impuestos hasta de “debajo de las piedras”.
El presidente de la República anunció desde el pasado 16 de agosto que sometería sendos proyectos de reforma a la Constitución, fiscal, de la Seguridad Social, y en materia laboral.
En poco tiempo, relativamente, fueron presentadas por ante el Congreso Nacional al menos dos propuestas de reformas: la constitucional y la fiscal, con una ruta crítica de escaso margen de tiempo para su aprobación, algo que despertó las alarmas, especialmente con la reforma fiscal.
De inmediato, las organizaciones de la sociedad civil, el empresariado dominicano, la clase media que se expresa en la gran masa de profesionales del país, los obreros, los dirigentes políticos opositores y todo el país, en sentido general levantó su voz para rechazar el proyecto de marras, que entre otras cosas, pretendía poner impuestos a las humildes viviendas, aumentar la base impositiva de los productos de la canasta familiar, eliminar el beneficio que contempla la Ley de Cine, entre otras cargas impositivas.
El pasado sábado, para sorpresa de toda la nación, el presidente Luis Abinader anuncia el retiro del proyecto de Ley de Modernización Fiscal de la agenda del Poder Legislativo. Aunque se anunció que el primer mandatario se iba a dirigir a la nación para hablar de su proyecto, todos creímos que lo haría para defender el mismo, pese a todas las voces que ya comenzaban a vociferar un “no a la reforma fiscal” y lo que es peor aún, ya comenzaban a movilizarse en un movimiento que cada día se hacía más fuerte.
El proyecto de reforma fiscal tal y como fue planteado iba a representar un “mazazo” en la cabeza del pueblo dominicano, el que desde hace meses ha tenido que enfrentar una canasta familiar que sobrepasa los 50 mil pesos mensuales.
El retiro del proyecto de reforma no resuelve el problema. El Gobierno sigue enfrentando todavía el déficit de más 20 mil millones de pesos mensualmente, lo que al año representa RD$231,312.1 millones, lo que representa el 3.1% del PIB.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, para este 2024, se proyectaba que los gastos totales ascenderían a RD$1,371,992.8 millones en el Gobierno central, representando un 18.5% del PIB. Pero ¿Qué deberá hacer el Gobierno para enfrentar ese faltante mensual en el presupuesto del Estado? He aquí algunas ideas:
- Enfrentar la evasión de impuesto: De acuerdo a la Dirección General de Impuestos Internos, se estima que la evasión y las exenciones fiscales representan aproximadamente el 69.6% del total de las recaudaciones impositivas equivale al 9.26 del PIB.
Si el Gobierno decidiera enfrentar la evasión fiscal, con esta sola acción supera con creces el déficit y le quedaría recursos suficientes para incentivar la inversión.
- Controlar el gasto público: El total de gastos consolidados del Gobierno general nacional se sitúa en RD$1,457,253.7 millones.
De acuerdo a connotados analistas, el Gobierno debe disminuir el gasto y concentrar estos recursos en inversiones sociales. El plan de austeridad se hace cada vez más necesario.
- Incentivar el emprendedurismo y la formalización de este:
Eso significa que el Gobierno ha de facilitar el surgimiento de la micro empresa formalizada. Para ello deberá adoptar “como si se tratara de criaturas recién nacidas” todo emprendimiento empresarial, con la finalidad de que este supere la media que hasta ahora existe y que da cuenta de que estos desaparecen antes de cumplir el primer año.
Estas son algunas ideas, que, a mi entender, como ciudadana preocupada debe promover el Gobierno con la finalidad de superar el déficit fiscal existente hasta ahora y que, al parecer seguirá creciendo sino se adoptan las medidas pertinentes, ahora, sin más demora.
