(AFP). El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, partió este martes de Washington en dirección a Belfast, Irlanda del Norte, donde asistirá a las conmemoraciones del 25 aniversario del acuerdo de paz, que puso fin a tres décadas de violencia en esta provincia británica.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, recibirá a Biden en el aeropuerto de la ciudad donde se firmó en 1998 el Acuerdo de Viernes Santo, tras largas negociaciones en las que participaron los gobiernos de Londres, Dublín y Washington.
El pacto puso fin a tres décadas de conflicto entre los nacionalistas proirlandeses, mayoritariamente católicos y favorables a una reunificación con Irlanda, y los unionistas probritánicos, principalmente protestantes y que desean permanecer en Reino Unido.
La violencia de esos años dejó 3.500 muertos.
Un cuarto de siglo después, Irlanda del Norte se encuentra inmersa en una grave crisis política. Sus instituciones están paralizadas desde hace más de un año por desacuerdos vinculados a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
La prioridad de Biden será “asegurarse de que los acuerdos que atañen a Irlanda y el acuerdo de Windsor”, sobre las disposiciones posbrexit en Irlanda del Norte, se mantengan, según aseguró a bordo del Air Force One antes de despegar.
Algunos incidentes estallaron el lunes en la ciudad fronteriza de Londonderry, cuando jóvenes encapuchados lanzaron bombas incendiarias contra vehículos de la policía.
“El presidente Biden se preocupa profundamente por Irlanda del Norte y tiene un largo historial de apoyo a la paz y la prosperidad” en ese lugar, declaró el lunes a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Sunak, del Partido Conservador, desea aprovechar el aniversario del acuerdo para instar al desbloqueo institucional, según Downing Street, por lo que la llegada de Biden constituye un momento clave de las conmemoraciones.
Biden, que tiene orígenes irlandeses, viajará a continuación a Irlanda en una visita de tres días que lo llevará el viernes a Ballina, la ciudad de sus ancestros.
– Una paz frágil –
En los años posteriores a la firma del acuerdo, se desarmó a los paramilitares norirlandeses, se desmanteló la militarizada frontera terrestre y se retiraron las tropas británicas del territorio.
Pero la paz en Irlanda del Norte es quizás más frágil hoy de lo que lo ha sido en cualquier otro momento desde la firma del acuerdo.
Los desacuerdos vinculados al Brexit y la violencia de algunos grupos amenazan con empañar la preciada paz en la provincia.
Los servicios de seguridad británicos elevaron el nivel de amenaza terrorista el mes pasado tras el intento de asesinato de un policía.
El lunes, al celebrarse los 25 años del acuerdo, Sunak hizo hincapié en la necesidad de “redoblar” los esfuerzos para cumplir con “la promesa hecha en 1998 y los acuerdos que siguieron”.
Las instituciones, en las que los republicanos y los unionistas deben compartir el poder, están paralizadas desde hace un año.
El Partido Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés) lleva más de 14 meses boicoteándolas para protestar contra las disposiciones especiales aplicadas a la región tras el Brexit, efectivo desde principios de 2021.
Las medidas mantienen a Irlanda del Norte en el mercado único europeo para evitar el retorno de una frontera física con la República de Irlanda, miembro de la Unión Europea.
Pero el DUP teme que estas disposiciones alejen a la región del Reino Unido y hagan más probable una Irlanda unificada, objetivo de los republicanos.
El ex primer ministro británico Tony Blair, que llegó al poder en 1998, advirtió en la BBC que Estados Unidos tiene que ser “cuidadoso y sensible” con los unionistas.
El presidente estadounidense se reunirá con su par irlandés, Michael Higgins, y el primer ministro Leo Varadkar el jueves.
También se pronunciará ante el Parlamento irlandés y participará a una cena en el Castillo de Dublín.
El viernes, pronunciará un discurso ante miles de personas en Ballina, de donde emigraron sus antepasados en el siglo XIX, huyendo de la hambruna para instalarse en Pensilvania.
La visita de Biden a Irlanda reviste un significado personal, pero tiene también cierta importancia política a un año de las elecciones presidenciales de 2024, en las que Biden desea atraer a votantes que aspiran al sueño americano.