Baní. Alexis Villalona fue conducido bajo fuerte dispositivo de seguridad por ante la Oficina de Atención Permanente del Distrito Judicial de Baní, donde le será conocida medida de coerción.
Villalona dijo escuetamente que no se entregó voluntariamente a las autoridades debido a que tenía miedo porque no nunca antes había caído en prisión y porque presumía que estaba afectado por covid-19.
Reiteró su disculpa por los golpes proporcionados a Santa Arias, tras un accidente de tránsito en las calles de Baní.
El abogado de Villalona, Jorge de Los Santos, informó que solicitará la variación del caso a otro tribunal para conocer la coerción debido a que es competencia de un Juzgado de Paz y no de la Oficina de Atención Permanente.
“Hay motivos suficiente para un aplazamiento de la medida de coerción porque el caso es competencia de un Juzgado de Paz”, sostuvo de Los Santos.
El abogado estima que si el caso es enviado a la jurisdicción que solicitará, la coerción no podría incluir prisión preventiva, debido a que debe ser proporcional al delito.
Dijo que así lo establece el Artículo 309 del Código Penal, en lo relativo al delito por golpes y heridas.
El abogado defensor explicó que su cliente no tiene historial delictivo, desmintiendo que fuera deportado de Estados Unidos y que nunca ha sido sometido por ante la Justicia.
Mientras que el fiscal Ángel Darío Tejeda Fabal reiteró su pedido de un año de prisión preventiva contra Villalona.
Villalona fue capturado el pasado viernes por agentes de la Policía Nacional en la comunidad el Fundo, Baní, provincia Peravia, luego de permanecer 14 días prófugo, tras golpear salvajemente a Santa Arias, momentos después un accidente de tránsito en las calles de Baní.