Amazon acordó este miércoles con las autoridades de Estados Unidos pagar una multa de 25 millones de dólares por supuestamente haber violado normas de privacidad para niños con su popular asistente de voz Alexa.
El gigante del comercio electrónico, además, se compromete a reformar su sus prácticas sobre borrado de grabaciones de menores y a implementar medidas de privacidad más estrictas, según anunció en un comunicado la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés).
Amazon confirmó por su parte que ha alcanzado un acuerdo con las autoridades estadounidenses para resolver las denuncias de la FTC sobre la gestión de datos recopilados por Alexa.
“Aunque estamos en desacuerdo con las denuncias de la FTC y negamos haber violado la ley, este acuerdo da por superado el asunto y creemos que es importante ubicarlo en el contexto correcto”, señaló la empresa en un comunicado.
En la nota, la empresa subrayó que se toma muy en serio sus responsabilidades con los usuarios de Alexa y sus familias y defendió las medidas que tiene en marcha, al tiempo que aseguró que seguirá introduciendo más funciones de privacidad en el futuro.
Según la FTC, Amazon violó normas de Protección de la Privacidad de Niños Online (COPPA, por sus siglas inglesas) al impedir a los padres ejercer su derecho al borrado de datos y al conservar durante años datos sensibles de voz y geolocalización para su propio beneficio, creando el riesgo de acceso indebido a ellos.
“El historial de Amazon de engañar a los padres, mantener las grabaciones de los niños indefinidamente y desobedecer las solicitudes de eliminación de los padres violó la COPPA y sacrificó privacidad por ganancias”, señaló en un comunicado Samuel Levine, director de la Oficina de Protección al Consumidor de la FTC.
Como parte del acuerdo, Amazon tendrá que borrar cuentas inactivas de niños y ciertas grabaciones e información de geolocalización, y no podrá usar esos datos para entrenar sus algoritmos.
Este acuerdo se conoció en el mismo día en que Ring, una filial de Amazon especializada en la venta de timbres con vídeo para casas, aceptó pagar otra sanción de 5,8 millones de dólares por violar leyes de privacidad en la gestión de las grabaciones.