Un tribunal guatemalteco condenó a siete soldados a penas de entre 7 a 9 años de prisión por el asesinato de seis indígenas maya k’iche’, ocurrido en 2012, y absolvió a dos más, entre ellos un coronel.
Este fallo fue criticado por los familiares y abogados de las víctimas, quienes lamentaron las “penas mínimas” que se impusieron a los responsables y tacharon de “racista” la decisión de las juezas.
«Cumbre de Alaska», la conocida masacre fue perpetrada el 4 de octubre de 2012, cuando cientos de personas integrantes de la reconocida organización indígena 48 Cantones de Totonicapán bloquearon el paso en el kilómetro 169-170 de la ruta Interamericana, al occidente del país centroamericano, en protesta por el alza a la energía eléctrica y otras demandas sociales.
Según la versión del Gobierno del entonces presidente Otto Pérez Molina, un general retirado condenado por corrupción, un guardia de seguridad que custodiaba un camión de cemento disparó su arma para abrirse paso entre los manifestantes. Esto enardeció a la gente y provocó que los militares dispararan “al aire” para desalojar a los protestantes. El saldo fue de seis personas muertas y 34 heridas.
150 testimonios fueron presentados por la Fiscalía que coincidieron en que los soldados atacaron a los indígenas y pidió que fueran condenados por ejecución extrajudicial y ejecución extrajudicial en grado de tentativa que pretendían condenas de entre 16 a 25 años.
Sin embargo, el tribunal a cargo del caso explicó durante la audiencia que esos delitos no correspondían y que aunque los testigos señalaron al Ejército ninguno pudo “individualizar” al atacante.
Por lo tanto, absolvió a dos de los 9 acusados, entre ellos un coronel, Juan Chiroy. Chiroy siempre negó haber dado la orden o disparado contra los manifestantes.
A los siete restantes los condenó por los delitos de lesión en riña, homicidio culposo y disparo con arma de fuego con penas que oscilan entre los 7 años 10 meses y 9 años 2 meses.
Fuente: El País