Al menos 8 personas han muerto y más de 13.000 habitantes han sido evacuados tras las graves inundaciones que han arrasado enteras localidades de la región de Emilia Romaña, en el noreste de Italia, en lo que el presidente regional, Stefano Bonaccini, aseguró que ha sido «como un nuevo terremoto» en referencia al que se abatió sobre la zona a finales de 2012.
«Nuestros pensamiento va a las ocho víctimas y los desaparecidos. A ellos y a sus familias va todo el pésame de la región», dijo Bonaccini en una rueda de prensa junto con el ministro del Interior, Matteo Piantedosi,
El presidente de la región de Emilia Romaña anunció que han tenido que ser evacuados 13.000 habitantes, entre ellos 3.000 en Bolonia, 5.000 en Faenza y 5.000 en la zona de Ravenna, «pero que el número está destinado a aumentar».
«Ha sido como un nuevo terremoto en vísperas del catastrófico suceso de Emilia Romaña de 2012, cuyo aniversario está a punto de cumplirse. Unos cuarenta municipios han quedado inundados, estructuras arrasadas, ferrocarriles interrumpidos, carreteras provinciales prácticamente demolidas y un puente se ha derrumbado», describió el presidente.
Entre las víctimas, un hombre que fue arrastrado por un deslizamiento de tierra en Casale di Calisese y una pareja: Palma Marinella Maraldi, cuyo cuerpo fue encontrado en la playa de Zadina de Cesenatico y su esposo Sauro Manuzzi, que se encontraban en el campos frente a la casa, en Ronta de Cesena, y fueron arrollados por el agua.
En Faenza, Forlì y Rávena continúan los rescates de las personas que han quedado atrapadas en sus casas o se han refugiados en los techos, informó la Protección Civil.
Anunció que hoy se celebrará una reunión interministerial para tomar algunas medidas como el estado de emergencia que supone la suspensión de los pagos fiscales o de los procedimientos judiciales como corresponde normalmente a zonas que han sufrido inundaciones, así como ayudas financieras y que esta mañana hubo una vídeollamada con la primera ministra, Giorgia Meloni.
En la zona están operando 700 unidades del Cuerpo de bomberos, 300 agentes de Policía y un millar de carabineros, así como 220 voluntarios de la Cruz Roja, 100 del Socorro Alpino y unos 340 de Protección civil.
La viabilidad en las carreteras provinciales es crítica, con muchas zonas cortadas mientras que también se han tenido que cortar tramos de la autopista A14, que recorre la costa adriática, al igual que el tráfico ferroviario regional «completamente bloqueado», mientras que funciona sin problema el tráfico ferroviario nacional y las líneas de alta velocidad.
Las inundaciones han dejado sin energía eléctrica a cerca 50.000 usuarios, mientras que otros 100.000 tienen problemas en la telefonía móvil y otros 10.000 en la telefonía fija.
«Estamos sin luz, muchas casas sin alimentos y con mucha dificultad con los niños o los ancianos pero no es momento de desanimarnos. Hay que seguir», escribió en sus redes sociales el alcalde de Castel Bolognese, Luca Della Godenza , después de la crecida del Senio que inundó la ciudad en la provincia de Rávena.