Los restos de los siete migrantes salvadoreños muertos en el incendio de un centro de detención en México llegaron a El Salvador y fueron entregados a sus familias, informó este domingo la cancillería.
“Los cuerpos fueron entregados a sus familias”, dijo la viceministra de Diáspora y Movilidad Humana, Cindy Portal, en rueda de prensa.
En el incendio del 27 de marzo en el centro de detención de Ciudad Juárez, en el norte de México, murieron 40 migrantes, entre ellos 18 guatemaltecos, siete salvadoreños, siete venezolanos, seis hondureños y un colombiano. Las autoridades locales no informaron de la última víctima mortal.
Los restos de los siete salvadoreños fueron transportados en un vehículo fúnebre desde Ciudad Juárez, un trayecto de 3.500 kilómetros, por la dificultad de conseguir vuelos en Semana Santa, explicó Portal.
“Nos dimos a la tarea de que la mejor forma y la más expedita para poder repatriar los cuerpos de los connacionales era la vía terrestre”, indicó.
“El pasado 6 de abril salió desde Ciudad Juárez esa carroza fúnebre”, con escolta policial, y la empresa garantizó que llegaría al país en 72 horas, añadió la viceministra.
Las autoridades mexicanas informaron la captura de un migrante señalado de provocar el incendio y de cuatro funcionarios acusados de no haber hecho nada para salvar a los internos.
El 29 de marzo, El Salvador expresó “su más enérgica condena” por la actuación del personal del centro de detención y Portal exhortó este domingo a México a seguir adelante con este proceso judicial.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido que el caso no quedará en la “impunidad”.