París, EFE. Los ministros de Economía de Alemania, Peter Altaier, y de Francia, Bruno Le Maire, coincidieron este domingo en que los dos países deben asentar y reforzar en los próximos meses su cooperación, sin esperar los posibles cambios de poder que traerán las elecciones previstas en uno y otro.
Altmaier, que participaba junto a Le Maire y al consejero delegado de Airbus (PA:AIR), Guillaume Faury, en una mesa redonda de los Encuentros Económicos de Aix-en-Provence (sureste de Francia), insistió en que eso debe hacerse «en los próximos dos, tres o cuatro meses» en los que hay una ventana de oportunidad.
Preguntado sobre el impacto en esa cooperación de las elecciones federales del 26 de septiembre, que supondrán la llegada de un nuevo canciller que sustituirá a Angela Merkel, el ministro alemán señaló que no se pueden posponer los planes de cooperación dos años porque los principales competidores de los europeos, que son los chinos y los estadounidenses, no van a esperar.
Afirmó que entre los dos países en los últimos tiempos se ha establecido «una cooperación más estrecha que nunca» con una política industrial, en el terreno de las baterías eléctricas, del hidrógeno o de la infraestructura de datos que ha sido «ampliamente aceptada» por los otros países de la Unión Europea.
«Por primera vez (…) nuestros socios no tienen miedo de la cooperación francoalemana, de la fuerza de esa cooperación», dijo.
En una línea paralela, Le Maire consideró que «no hay tiempo que perder», que «la cooperación francoalemana es esencial y hay que continuarla ahora» porque ni China ni Estados Unidos van a quedarse parados.
El ministro francés consideró que la cooperación entre los dos países ha avanzado «más en dos años» de lo que se había logrado en las dos décadas precedentes con la ruptura de tres grandes tabúes que había en la política europea.
Citó el de los proyectos industriales en común; el de la necesidad de ayudas públicas para nuevos desarrollos tecnológicos, y el de la emisión de deuda pública en común.
A su juicio, los retos para el motor francoalemán son demostrar que están abiertos al resto de los países de la UE, la transición ecológica y restablecer las finanzas públicas francesas para evitar que persistan las divergencias actuales con las alemanas.
En referencia con este asunto, Le Maire volvió a repetir que considera que una reforma de las pensiones en Francia «sigue siendo una prioridad», aunque aseguró desconocer el calendario que le quiere dar el presidente francés, Emmanuel Macron.
El ministro de Economía y Finanzas se ha pronunciado estas semanas por un retraso de la edad de jubilación de los 62 años actuales a los 64. Macron debe anunciar en las próximas semanas si se decanta por una reforma aprobada rápidamente, antes de las presidenciales de la primavera de 2022, o después.
Altmaier optó por la ironía para manifestar su deseo de que Francia reforme su sistema de pensiones. Contó que cuando le han preguntado sobre si es necesario retrasar más la edad de jubilación en Alemania, que es de 67 años, su respuesta es que no y que «nos hemos adelantado tanto respecto a nuestros amigos franceses que vamos a esperar a ver qué van a hacer con la reforma de las pensiones».
Faury también intervino en ese debate al destacar que en la actualidad «la brecha es muy grande» en las condiciones de jubilación entre Francia y Alemania. Y en una referencia, Francia incidió en que «los perdedores de una jubilación a una edad muy temprana son los jóvenes».
A juicio del consejero delegado de Airbus, la cuestión de las pensiones es «esencial» para el éxito industrial y del proyecto europeo.