Naciones Unidas, (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este domingo a las partes del conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC) a que «participen incondicionalmente en el Programa de Desarme, Desmovilización, Recuperación Comunitaria y Estabilización y que los grupos armados extranjeros se desarmen inmediatamente y regresen a sus países de origen».
Guterres hizo esta petición un día después de que los rebeldes del Movimiento del 23 de Marzo (M23) acusaran al Ejército de la RDC, contra el que reactivaron los combates el pasado mes de marzo, de aliarse con una milicia ruandesa refugiada en la RDC y cuyos miembros participaron en el genocidio de 1994.
Según el M23, las Fuerzas Armadas congoleñas junto a las FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda) y las milicias Maï-Maï lanzaron un ataque contra sus posiciones alrededor de la localidad de Tchengerero (en la provincia de Kivu del Norte).
El pasado miércoles, el jefe de Estado keniano y presidente de turno de la Comunidad del Este de África (EAC), Uhuru Kenyatta, pidió el despliegue «inmediato» de un ejército regional en el este de la RDC, donde batallan más de un centenar de grupos armados.
Según un comunicado del portavoz del secretario de la ONU, Farhan Haq, el «secretario general reafirma su apoyo a los esfuerzos nacionales y regionales para promover la paz y la estabilidad en la RDC y la región de los Grandes Lagos».
Guterres también expresó su reconocimiento por los esfuerzos de Kenyatta en favor de la paz y la seguridad en la región, así como el apoyo total a los «esfuerzos políticos del presidente de Angola», João Lourenço, para reducir las tensiones en la RDC y en Ruanda.
El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de una misión de la ONU (MONUSCO), con más de 14.000 efectivos. EFE
