Orlando. La celebración masiva de Halloween en el centro de Orlando se tiñó de violencia la madrugada del viernes cuando un tiroteo sembró el pánico entre decenas de miles de personas.
Alrededor de la 1 de la madrugada, un menor supuestamente de 17 años abrió fuego cerca de un local de Taco Bell, dejando un saldo de dos personas fallecidas y seis heridas, todas ellas ahora en condición estable tras ser hospitalizadas.
La tragedia ocurrió en un momento de alta concentración de asistentes en el centro de la ciudad, donde la policía ya tenía desplegados más de 100 oficiales debido a la concurrencia de entre 50,000 y 100,000 personas. Al escuchar los primeros disparos, los oficiales y los asistentes creyeron que se trataba de fuegos artificiales o música, hasta que cundió el caos y todos buscaron refugio.
Una testigo, Katja Marie Penno, relató que al comenzar los disparos iniciales, ella y otros comenzaron a correr, pero poco después se escucharon otros cinco o seis disparos de un arma diferente.
Otro testigo, Genaro, explicó que la escena fue confusa y aterradora: “Lo único que escuchamos fueron disparos y todos cayeron al suelo. Al principio pensamos que era la música hasta que todos se pusieron a cubierto. Cuando nos levantamos, todo había terminado”.
Tras el primer ataque, la policía difundió la descripción del sospechoso con ayuda de imágenes de seguridad. Sin embargo, fue un segundo tiroteo, esta vez en proximidad a los oficiales, el que les permitió interceptar y detener al presunto atacante en el acto. En la escena del arresto, se recuperó un arma, y las autoridades confirmaron que no hay otros sospechosos involucrados.
El jefe de la policía, Smith, expresó su consternación ante el incidente e indicó que se investiga la posible motivación del joven atacante, quien al parecer tenía la intención de disparar sin importar las consecuencias. “Cualquiera que fuera su idea, iba a disparar pase lo que pase”, comentó Smith, dejando claro que la situación sigue bajo análisis.
Por su parte, el fiscal estatal de Florida, Andrew Baine, anunció que, aunque la investigación aún está en curso, existe la posibilidad de procesar al sospechoso como adulto debido a la gravedad de los hechos.
Fuente; Infobae