El Centro de Operaciones de Emergencias (COE), elevó a 22 las demarcaciones en alerta en el país debido a la incidencia de una vaguada en los niveles medios de la troposfera, y ante la posibilidad de crecidas de ríos, arroyos y cañadas, así como inundaciones urbanas, rurales y deslizamientos de tierra.
El organismo informó que ocho provincias están en alerta amarilla y 14 en verde, ya que se espera que este domingo incremente las precipitaciones por el fenómeno atmosférico y por la saturación de los suelos.
En alerta amarilla, de acuerdo al COE, están: La Vega, Montecristi (solo para Machete, Martín García, Guayubincito, La Antona, Cayucal, Cruce de Manga, Guayubín, Castañuela, Palo Verde y Hato Viejo) y Santiago Rodríguez (solo Yaguajay, Guayabito, Los Tocones, Los Bombones, La Breña y Rincón), Santiago, Valverde, Elías Piña, Espaillat y Puerto Plata.
En verde: San Cristóbal, San José de Ocoa, Dajabón, Santo Domingo, El Seibo, Monte Plata y Hato Mayor, San Juan, La Altagracia, San Pedro de Macorís, Peravia, Monseñor Nouel, Hermanas Mirabal y Distrito Nacional.
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), indicó que para este lunes 29 se producirán nublados desde primeras horas del día con aguaceros, tronadas y ráfagas de viento sobre algunas provincias del litoral costero Caribeño, como son: San Pedro de Macorís, la Altagracia, el Gran Santo Domingo, Peravia y San Cristóbal.
En la tarde y entrada la noche, dice el informe de la Onamet, se producirán incrementos nubosos con aguaceros fuertes localmente, tormentas eléctricas y ráfagas de viento; sobre varias provincias de las regiones: noroeste, norte, noreste, La cordillera Central y la zona fronteriza. Esta actividad de lluvias estará asociada a los efectos de una vaguada en los niveles medios de la troposfera.
La entidad informó además que «una zona desorganizada de aguaceros y tormentas eléctricas, asociada una baja presión, tiene probabilidad muy baja de convertirse en ciclón no tropical en las próximas 48 horas, se ubica a unos 100 kilómetros de Charleston, en Carolina del Sur, Estados Unidos. Por su ubicación y futuro desplazamiento, no representará peligro para la República Dominicana».