PUNTA CANA. La libido crece tras una cirugía bariátrica, y un año después los pacientes reportan un aumento en el deseo y la actividad sexual, una mayor satisfacción con su funcionamiento sexual y menos limitaciones relacionadas con la salud, señala el doctor Pablo García Vargas.
La cirugía bariátrica comprende una serie de procedimientos quirúrgicos en el sistema digestivo para ayudar a la pérdida de peso.
«Es un beneficio que puede continuar a largo plazo. Cinco años tras la cirugía, el funcionamiento sexual mejora en comparación con la vida íntima antes de perder más de 30 o 40 libras», explica Vargas, que cada día realiza varias cirugías de este tipo, en una práctica de turismo de salud.
Añade que, con frecuencia, la depresión es un factor clave tanto en hombres como en mujeres obesos, pero una vez que viven el proceso de pérdida de peso, llegan a alcanzar mejores vidas sexuales.
«Otros factores de cambio contundentes, cuando se baja drásticamente de peso, es el aspecto físico. Entonces, la relación con tu pareja es diferente, agradable y emocionante», indica.
Esto añadido a la mejora de enfermedades que dificultan el flujo sanguíneo al pene para una buena erección, como la diabetes, la hipertensión y los niveles elevados de grasa que ocluyan el flujo.
Los hombres con sobrepeso u obesidad, a menudo pueden experimentar disfunción eréctil o disnea (falta de aliento) durante las relaciones sexuales. Los bajos niveles de testosterona también influyen en las relaciones sexuales de los hombres obesos, relacionándose con infertilidad, sin contar los efectos negativos de la baja autoestima.
«La disminución de la grasa periférica, tras la cirugía bariátrica, produce una disminución de la grasa del pubis y entrepiernas, permitiendo mayor proyección del pene, por lo que se percibe de mayor tamaño. Además restaura la testosterona, hormona masculina, a niveles normales, lo que normaliza la libido y —atención— también la fertilidad», resume el famoso cirujano bariátrico.
