Punta Cana, DPA. Ya se trate de un jean ajustado o de una blusa bien ceñida al cuerpo, la realidad es que las prendas que sientan bien delante del espejo no siempre son las más cómodas.
En muchos casos, los pantalones ajustados solo cierran entrando el abdomen y aguantando el aire, lo que claramente no es muy cómodo. Pero más allá del confort: ¿le hace mal al cuerpo usar regularmente ropa muy estrecha?
El alto precio pagado por los corsés
Que las tendencias de la moda pueden ser a veces muy poco sanas queda en claro con solo echar un vistazo a la moda femenina en el pasado. Hasta entrado el siglo XX se usaron los corsés, que generaban la ilusión de una cintura bien delgada debido a sus numerosos cordones para ceñirlos al cuerpo.
Las mujeres pagaban un alto precio con su salud, ya que la presión del corsé deformaba no pocas veces sus pulmones, su estómago y su intestino. A veces, el corsé incluso desplazaba estos órganos internamente.
La buena noticia es que los jeans elastizados y otras prendas al cuerpo no encierran riesgos tan grandes para la salud. «La presión de un pantalón ajustado sobre los órganos abdominales y la digestión no es tan importante», dice Ivo Grebe, miembro de la junta directiva de la Asociación de Internistas Alemanes (BDI).
Señala que, para que la digestión pueda funcionar bien, es importante poder moverse. Y añade que atribuirle los problemas de digestión únicamente a la ropa ajustada es un poco corto de miras.
¿Respirar profundo en prendas apretadas? Difícil.
La ropa muy apretada puede ocasionar, sin embargo, otros problemas, sobre todo por la presión que ejerce sobre el cuerpo. «Un sostén muy ajustado puede causar dolores que pueden ser interpretados erróneamente como dolor de pecho o de pulmón», explica Grebe.
A esto se suma que la ropa muy estrecha limita la libertad de movimiento. Quien haya usado alguna vez una blusa o un vestido muy ajustado sabe de qué se trata: con este tipo de prendas es prácticamente imposible respirar profundamente y enviar el aire al abdomen.
«La respiración puede aplanarse si el tórax no puede moverse fisiológicamente», dice la fisioterapeuta alemana Ute Merz. Las posibles consecuencias de esto son problemas de concentración y dolores de cabeza, ya que el cerebro deja de recibir un suministro óptimo de oxígeno.
De acuerdo con la fisioterapeuta, los pantalones muy ajustados también pueden causar tensiones en la espalda. Esto se debe a que es muy difícil sentarse derecho si el pantalón aprieta mucho. Una prenda así invita a curvar la espalda, lo que favorece que aparezcan luego dolores en la zona.
Sacarse la ropa ajustada después de hacer deporte
La ropa ajustada puede tener efectos secundarios indeseados por otros motivos. A fin de cuentas, es todo menos aireada. Dado que el aire no puede circular, se acumula calor bajo la tela. Y cuando se transpira con ropa muy ajustada, la transpiración que se forma sobre la piel no puede evaporarse bien para enfriar el cuerpo.
En el peor de los casos, esto puede hacer que el cuerpo se sobrecaliente, lo que redunda luego en problemas circulatorios. Esto puede pasar cuando se completa un entrenamiento exigente con ropa muy estrecha y no transpirable, por ejemplo.
Por eso, lo ideal es quitarse la ropa transpirada después de hacer deporte. «Por lo general, uno mismo se da cuenta de que lo mejor es sacarse la ropa transpirada», dice el médico internista Grebe. Añade que en el caso de niños o personas con discapacidades hay que tener esto especialmente en cuenta.
La zona íntima también puede verse afectada
El calor que se genera bajo la ropa muy ajustada también puede tener efectos indeseados sobre la zona genital, como por ejemplo los testículos.
Estos no se encuentran sin razón fuera del cuerpo: para que puedan funcionar de forma óptima, es decir, producir espermatozoides, necesitan un ambiente algo más fresco que el que brinda la temperatura corporal. Usar pantalones muy ajustados donde los testículos se sientan apretados puede afectar la producción de espermatozoides en ellos, al menos transitoriamente.
La ropa muy estrecha también puede favorecer la aparición de hongos vaginales en el caso de las mujeres. «En la vagina hay siempre hongos de la familia de la cándida, pero por lo general se encuentran controlados por el bajo valor del PH de la zona», explica el ginecólogo alemán Christian Albring.
«Pero si aumenta el valor del PH de la vagina, o si la barrera de la piel ya no está intacta, crecen de forma descontrolada», señala. Si un pantalón muy ajustado roza la zona íntima, los hongos encuentran una vía libre para reproducirse. Esto genera una molestia muy grande, ya que la zona comienza a picar o arder con cada paso.
A los hongos de otras partes del cuerpo también les gusta la ropa ajustada. Los dermatofitos, por ejemplo, son hongos que se encuentran siempre en la piel, aunque en menor número. «Les gusta reproducirse en zonas húmedas y poco ventiladas, sobre todo en los pliegues más cálidos de la piel», dice Albring.
Estos pliegues pueden ser los que se forman debajo de los senos, en la ingle o en el abdomen. La desventaja de la ropa ajustada es que aprieta tanto estos pliegues que estos hongos encuentran allí un ámbito ideal para multiplicarse.
La solución: ropa cómoda
¿Y entonces? ¿Hay que tirar todo lo que ajusta mucho? No necesariamente. Lo importante es la dosis. Si se alternan prendas más ajustadas con otras más sueltas, o si se compra quizá el próximo jean ajustado un número más grande y se presta especial atención a las señales que da el cuerpo, no hay motivos para preocuparse.
Lo mejor es elegir prendas en las que uno se sienta bien. Y no solo porque quedan lindas cuando uno se mira en el espejo, sino también porque son cómodas cuando se las usa.
dpa