Las personas que viven una experiencia traumática puede ser una de las pruebas más difíciles que enfrenta un individuo en la vida. El trauma puede manifestarse de muchas formas diferentes y puede surgir como resultado de sucesos como la violencia, el abuso, desastres naturales, accidentes graves o la pérdida de seres queridos.
Algunos expertos en el área han tratado de comprender cómo se transmiten estos efectos de generación en generación y cómo pueden afectar a la salud y al bienestar de los descendientes.
El trauma puede entenderse como cualquier evento abrumador que cause una reacción de miedo intenso, desesperanza o impotencia.
Decenas de estudios han explorado esta cuestión utilizando modelos animales. Algunas investigaciones en roedores sugieren que la exposición a estrés prenatal puede afectar la expresión génica en la descendencia.
En humanos, aún no se disponen de suficientes pruebas sólidas, pero se han observado algunas asociaciones entre la exposición de los padres a eventos traumáticos, como la guerra o el abuso, y un mayor riesgo de problemas de salud mental en sus hijos.
Fuente: Muy Interesante