La Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó más de veinte jarabes procedentes de la India e Indonesia entre los medicamentos contaminados que presuntamente estuvieron detrás de la muerte de unos 300 niños en los últimos meses en Gambia, Indonesia y Uzbekistán.
«Hasta la fecha, esta situación ha afectado a más de 20 productos con dos países de origen (India e Indonesia) y más de 15 fabricantes diferentes», informó este martes a EFE el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier.
«Todos los productos son a base de jarabe (jarabe de paracetamol, jarabe para la tos o jarabe vitamínico)», agregó la fuente, que señaló que la cifra podría aumentar a medida que avance la investigación.
La OMS emitió el año pasado varias alertas por la presencia de componentes tóxicos en medicamentos que se vincularon con el fallecimiento de unos 300 niños en Gambia, Indonesia y Uzbekistán, una ola de productos contaminados que también alcanzó el pasado abril a Micronesia y las Islas Marshall, pese a que no se registraron muertes.
La mayoría de estos decesos se produjeron en Indonesia, donde la Policía anunció en enero que un intermediario local falsificó y adulteró químicos destinados a uso industrial para que parecieran de empleo farmacéutico, derivando en su utilización en jarabes que se sospecha pudieron estar detrás de la muerte por intoxicación de más de 200 niños en el archipiélago asiático.
La investigación policial indicó que la empresa CV Samudra Chemical vendía dietelinglicol y etilenglicol -los químicos hallados en los medicamentos bajo sospecha- para uso industrial como si se tratara de propilenglicol destinado a empleo farmacéutico, cambiando el empaquetado y supuestamente adulterando el contenido para enviarlo a los distribuidores.
En este país, veinticinco familias de menores afectados han llevado al Gobierno y a varias farmacéuticas y fabricantes de químicos locales a los tribunales, en un juicio que empezó a comienzos de año.
Además, varios jarabes contaminados vinculados a la muerte de al menos 70 niños en Gambia y otros 21 en Uzbekistán procedían de la India, tras lo que las autoridades indias investigaron y ordenaron la detención temporal de las operaciones de los laboratorios implicados.
A ello se sumó una advertencia lanzada el pasado febrero por las autoridades sanitarias de Estados Unidos por la presunta conexión entre una solución oftalmológica producida en la India y una serie de infecciones oculares, pérdida permanente de la visión y una muerte registradas en el país americano.
Sin embargo, la inspección realizada por los sanitarios indios descartó que la solución oftalmológica estuviera contaminada.
Al respecto, Lindmeier aseguró que la OMS «está al tanto de los informes de los medios de comunicación sobre jarabes potencialmente contaminados en otros países además de los mencionados anteriormente».
El Gobierno indio endureció este mes las medidas para enviar medicamentos a otros países, obligando a los exportadores de jarabes para la tos a analizar sus muestras en laboratorios gubernamentales antes de mandarlos al extranjero.
Una medida dirigida a restablecer la popularidad de la India como ‘la farmacia del mundo’, debido a su producción a gran escala de medicamentos genéricos de bajo costo y componentes activos, además de por contar con el segundo mayor número de plantas de producción aprobadas por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés), después de Estados Unidos.