El magnesio es un elemento presente en la propia naturaleza que podemos ingerir a través de los alimentos, incluyéndolos en una dieta variada, y también mediante suplementos alimenticios si resultará necesario para mantener la salud. El magnesio es esencial para la formación y el buen estado de los huesos y los dientes, además también sirve para poder realizar todos nuestros movimientos.
En el organismo, cumple importantes funciones que no son del todo conocidas y a las que hay que prestar la necesaria atención.
Qué es el magnesio
El magnesio (Mg) es un elemento químico, un macro mineral presente en nuestro entorno, en forma, principalmente, de sales y de óxidos. Legumbres, semillas, verduras y hortalizas de hoja verde, leche… son algunos de los alimentos que lo contienen y que deben formar parte de la dieta, porque este mineral cumple numerosas e importantes funciones en el organismo.
Ingerido en las cantidades adecuadas, son muchos los beneficios del magnesio para nuestra salud porque un déficit de este mineral en nuestro cuerpo traería consecuencias negativas de índole diversa, desde trastornos digestivos, hasta fatiga o afecciones cardiacas.
Propiedades del magnesio
Este elemento tiene la capacidad de ayudar a la correcta absorción y fijación de otros nutrientes esenciales, entre ellos el calcio, el fósforo o la vitamina D.
Además, interviene en el propio proceso de generación de la energía que el organismo necesita para el desarrollo de sus funciones vitales y las actividades diarias.
Este mineral esencial tiene la propiedad de intervenir en la síntesis de la proteína, en la formación de masa ósea e incluso del ADN de las propias células.
El magnesio tiene capacidad para intervenir en la actividad del sistema nervioso y también de la función muscular. Esa capacidad para participar en el desarrollo del estímulo nervioso es una de sus propiedades más destacables.
Se podría decir que el magnesio tiene propiedades estimulantes en determinados casos, pero en otros, su función beneficiosa se basa en lo contrario, es decir, en su capacidad de relajar determinados tejidos, entre ellos los que recubren las paredes arteriales. Esa relajación también se refleja en el propio estado de ánimo, ya que, se cree que los niveles apropiados de magnesio contribuyen a mantener cuerpo y mente libres de estrés.
Para qué sirve el magnesio
Tal como recoge la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, son más de 300 las reacciones bioquímicas que se producen en nuestro cuerpo en las que el magnesio interviene, resultando necesario para que se desarrollen correctamente.
Por su capacidad para contribuir a la fijación del calcio, el magnesio resulta un elemento esencial para la formación y el buen estado de los huesos y también de nuestros dientes. La falta severa de este nutriente resulta determinante en el desarrollo de, entre otras enfermedades, osteoporosis.
Este mineral sirve para algo tan básico como el hecho de poder realizar cada uno de nuestros movimientos, ya que interviene en la transmisión del impulso nervioso, haciendo posible la contracción y relajación de la masa muscular. Mantenerlo en sus niveles correctos es fundamental para los deportistas a la hora de evitar calambres y contracturas musculares.
Entre los numerosos beneficios de tomar magnesio hay que incluir también su acción fundamental a la hora de cuidar nuestras arterias, previniendo distintos problemas cardiovasculares, desde la hipertensión, hasta alteraciones cardiacas como las arritmias.
Entre las funciones más importantes del magnesio en el organismo hay que incluir, además, su contribución al mantenimiento de un sistema inmunitario fuerte y sano, así como su importante papel a la hora de mantener el nivel de glucosa en sangre en los índices adecuados previniendo, así, el desarrollo de determinados tipos de diabetes.
