Si bien es cierto que el mundo ha recibido un cambio inimaginable tras llegar el COVID-19, no menos cierto es que intrínsecamente cada individuo ha cambiado algo a partir de este tiempo.
No es extraño que pese a todo lo que acontece nos cuestionemos por el futuro: ¿qué pasará en lo adelante? quizás esta sea la interrogante que genere más ansiedad o estrés al estar frente a lo desconocido, lo más alentador es que los seres humanos por mucho tiempo hemos desarrollado mecanismos de defensa que nos movilizan cuando nos sentimos amenazados, el filósofo estadounidense Walter Bradford Cannon en 1930 le llamo a esta reacción fuga o lucha, aunque no podemos salir corriendo como animales salvajes ante un ataque en determinadas circunstancias, si podemos tomar medidas más evolutivas ante una ola de estrés y porque no ante la ansiedad y la depresión que pueda generarse tras lo que vive el mundo hoy día.
El futuro no podemos predecirlo, pues este es desconocido, pero si podremos ir tomando medidas según las circunstancias que se nos vayan presentando como la organización oportuna de transmite legales, pagos de impuestos, asuntos financieros, preparación académica personal o de los hijos si se tuvieren, así como los cambios de modalidad para generar ingresos (puesto que el mercado laboral es uno de los que más cambios está experimentando en los últimos tres meses) y tenemos que estar consciente de ello.
¿Cómo podemos afrontar un estado de estrés?
Lo principal es comprender que la preocupación o el miedo no va ayudar en nada, todo lo contrario, puede verse obligado a incurrir en gastos de salud los cuales no se tenían previstos, recuerden que mantenerse en un estado de estrés genera perdida del sueño y por ende cansancio y agotamiento lo cual provoca un detrimento físico y psicológico.
Algo de suma importancia sería dejar de anticipar situaciones que quizás ni ocurran, lo más recomendable es vivir y dejar que ocurra lo que debe pasar, igual no podemos evitarlo, pero si estar lo mejor preparado posible para lo que pueda surgir.
Los amigos generan alivio en estas circunstancias y más si pueden practicar algún tipo de actividad física o algún juego virtual, pues alejarse de las noticias traumáticas y poco positivas pueden traerle a su vida un poco de paz interior.
Definitivamente, debemos aprender a relajar la mente, esto puesto que una mente inquieta no educada poco nos puede ayudar, aprenda a callarla, mantenga una actitud positiva ante la vida creando nuevos hábitos.
Finalmente, queridos amigos, no podemos predecir el futuro, pero si arreglar las cosas para que el mismo nos encuentre de la mejor forma posible y recuerde que cuando usted nació ya el mundo estaba hecho, así que calma que todo, absolutamente todo pasa por algo, aunque usted en el momento no lo comprenda.
¡Hasta la próxima!
Mildred Mejia,
Coach.