La semana pasada, el director municipal de Verón-Punta Cana, Ramón Ramírez, sostuvo un encuentro con el ingeniero Carlos Bonilla, actual director del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), y encargado interino honorifico de la Oficina de Ingenieros de Obras del Estado (Oisoe), para abordar la paralización de los trabajos de construcción del hospital de Verón.
Ramírez indicó que el ingeniero Bonilla acordó adjudicar el pago que se le debe a la empresa Economía Urbana ganadora de la licitación del LOTE A del centro de salud, pero la ingeniera a cargo de esta compañía, María Cristina García, expresó que aún no ha recibido notificación de dicho desembolso y por tanto no se han reactivado los trabajos.
“Hubo un acuerdo con el ingeniero Bonilla, quien automáticamente mandó a pagar una adjudicación que estaba pendiente y se dio autorización para que los ingenieros reactivaran esta obra”, indicó el director municipal.
La construcción del hospital de Verón aún sigue suspendida y de hecho sus instalaciones continúan abandonadas, sin un vigilante y con desechos sólidos en sus alrededores. La obra fue paralizada en la primera semana del mes de julio, justo al día siguiente de las elecciones presidenciales y congresuales.
Desde ese momento, nadie sabe del futuro del hospital de Verón. El centro asistencial tendrá dos unidades de bloque quirúrgico; camas para neonatales; farmacia; emergencia; hospitalización con 32 camas; tres camas en cuidados intensivos; área de imágenes, rayos x y sonografía; laboratorios; área administrativa; morgue; cocina; lavandería; caseta de gases; área de tuberculosis y área de VIH.