Desde hace siglos la migración es uno de los fenómenos que más desestabiliza la vida de muchas familias en el mundo, esto debido a una búsqueda incesante por mejorar algún tipo de condición que bien puede ser económica, social o por el hecho de experimentar y conocer cosas nuevas, sin olvidar claro está las amenazas que pueden surgir en algunos países como son la búsqueda de seguridad, estudios, la política, desastres naturales, exilio político, entre otros conflictos.
El duelo migratorio es un proceso de pérdida que comienza en el momento que una persona emigra, este fenómeno puede culminar con éxito siempre y cuando la persona se adapte lo más rápido posible a su nueva vida. Es posible que sea uno de los duelos mas simples debido a que las pérdidas pueden ser menos dura y más de origen ambiguo ya que está más presente la nostalgia y la expectativa de una esperada situación y la pérdida no se torna irreversible como en el caso de muerte.
Cuando emigramos con niños o adolescentes, tenemos que tomar en cuenta cuando emigramos con niño y/o adolescentes, ya que el duelo en adulto es diferente y usualmente a los niños no les pedimos permiso para cambiarlos de su entorno, en algunos de los casos la opinión de ellos no importa mucho para los padres que han decidido emigrar, de hecho en los niños menores de 12 años es mucho menos complicado en comparación a los adolescentes que ya tienen un ambiente realizados en el aspecto de la escuela, amigos, hobbies y esto les afecta de forma diferente; es importante tener una red de apoyo y un alto nivel de comunicación para disminuir las depresiones que surjan en lo que se adaptan a su nuevo país.
Usualmente con los cambios tenemos que trabajar en dirección al adaptamiento, es decir el descubrimiento de lo desconocido, pero también a la elaboración del duelo, (muchas veces algunas personas no se dan la oportunidad de ver que hay afuera y prefieren encerrarse una vez acabada la jornada laboral y esto no ayuda mucho a la superación del duelo). El duelo es diferente en cada cual y la superación del mismo dependerá del tipo de persona y sus características, las condiciones en que el mismo emigró, el apoyo social, el país al que emigró , la edad etc.
Cuidado con la pseudointegración, es decir, cuando la persona se encuentra de cara a los compañeros de trabajo todo parece muy normal y adaptado, pero al llegar a casa se sumerge en una profunda y triste soledad. Es fundamental crear una red de apoyo y crear vínculos de amistad, ya que contar con personas que te puedan ayudar a conocer el modus vivendi es de suma importancia aparte de que no estarás tan solo/a.
Debemos entender que el duelo migratorio es un proceso muy peculiar y debemos prestar atención a los factores de vulnerabilidad que puedan marcar el proyecto de migración y la vida de la persona, ya que pasan por un duelo múltiple es decir no solo están dejando una familia, sino además sus costumbres, idioma, nivel social, amigos etc., y pasan también por lo que es el duelo recurrente es una experiencia que se reactiva cada vez por una llamada a los familiares, están pendiente de las noticias del país, rememorizan sus costumbres y es un duelo parcial como dijimos porque no hay una perdida irreversible sino más bien la creación de una expectativa a un cambio marcado por una nostalgia.
Finalmente, queridos amigos, el duelo migratorio no es mas que estar entre dos países, dos culturas, dos estilos de vida totalmente diferente, es tener sentimientos encontrados, afrontar la ganancia y a la vez la pérdida, los beneficios y los riesgos poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación, así como la preparación psicológica para el cambio. Es posible que en algunos casos necesites ayuda psicológica, no dudes en buscarla o un especialista en intervención y abordaje en duelos.
“Vale más un amigo cerca que un hermano lejano”
Prov. 27:10
¡Hasta la próxima!
Mildred Mejía,
Coach.
