Desde hace varios meses, diversos sectores de la vida nacional, sobre todo propietarios de negocios que operan en horario tarde-noche, están exigiendo a las autoridades que dejen sin efecto el toque de queda autorizado para reducir el pico de personas contagiadas con el coronavirus covid-19. Sobre esta medida, existen opiniones encontradas.
Hay quienes entienden que confinar a los ciudadanos en sus hogares no ha dado al traste con los resultados que espera el Gobierno con esta disposición. Quienes piensan de esta manera, parten del criterio de que las cifras de muertes y contagiados siguen siendo muy altas, no obstante las personas resguardarse en sus casas a partir de las 5:00 de la tarde.
Otros consideran que esta restricción debe permanecer y ser ratificada a partir del próximo domingo, que es cuando se cumplen los 25 días aprobados por el Congreso Nacional para el toque de queda que rige actualmente.
Lo cierto es que aunque en zonas como el Distrito Turístico de Verón-Punta Cana los contagiados por esta enfermedad tienen tendencia a la baja, en otras demarcaciones, como el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y Santiago, las estadísticas reportadas cada día siguen siendo preocupantes.
Una decisión prudente sería analizar de forma objetiva qué tanto nos han aportado los toques de queda desde el inicio de la pandemia en nuestro país, y en función de este ejercicio entonces mirar las posibilidades reales de trazar nuevas estrategias en aras de parar la embestida brutal del covid-19.