PUNTA CANA. La Asociación de propietarios de pequeñas tiendas de suvenires y dueños de embarcaciones turísticas de la playa Jelly Fish expresaron su preocupación por las notificaciones de desalojo que han estado recibiendo en las últimas horas. Según Antonio Trinidad, vocero de la Asociación, estas notificaciones les indican que deben abandonar el lugar donde han operado durante los últimos 20 años, ya que el espacio está siendo vendido a una empresa que aparentemente planea reemplazar sus actividades turísticas.
Trinidad señaló que las notificaciones establecen un plazo de 30 días para abandonar la playa, sin considerar las empresas establecidas ni la cantidad de empleados que deben ser liquidados antes de la partida.
Otro dirigente, Carlos David Cruz Pérez, expresó la necesidad de otorgar un plazo más amplio para liquidar las tiendas y garantizar la permanencia de las embarcaciones en la playa en beneficio del turismo local.
Ambos representantes de los propietarios manifestaron su apoyo a un desarrollo consensuado en la zona, asegurando que cumplen con todos los requisitos legales pertinentes, incluyendo permisos y pagos de impuestos.
Asimismo, expresaron su preocupación por la posibilidad de que la vía de acceso a Jelly Fish sea cerrada, lo que limitaría el acceso tanto de la población como de quienes trabajan en la playa.
En la playa Jelly Fish, se encuentran más de 25 embarcaciones que generan empleos directos e indirectos para más de 300 personas. La Asociación solicitó la intervención del Ministerio de Turismo para proteger esta actividad productiva.
